Joan Laporta acertó con su venta, no encuentra su sitio fuera del Barça y es muy criticado en Francia
El Barça tomó una buena decisión con un traspaso
Una de las ventas más sorprendentes que el Barça realizó este verano fue la de Mikayil Faye, después de que todo el mundo diera por hecho que tendría su oportunidad en el primer equipo. Venía de completar un año fantástico en el filial, y de ser una pieza indispensable para Rafa Márquez, lo que provocó que entrara en varias convocatorias de Xavi Hernández, aunque no pudo llegar a debutar. Pero con Hans-Dieter Flick podía llegar su momento.
Sobre todo, tras conocerse la salida de Clément Lenglet y las lesiones de larga duración de Ronald Araújo y de Andreas Christensen. Aunque en lugar de apostar por él, en el Spotify Camp Nou tomaron la decisión de traspasar al africano, por el que habían llegado ofertas muy interesantes y jugosas, y mantener a Eric García y a Íñigo Martínez, que tenían mucha más experiencia en la élite. Y visto lo visto, se puede decir que Joan Laporta y Deco acertaron con esta decisión.
Porque el senegalés dejó una cantidad de ingresos notable en las arcas, de más de 10 millones de euros, es decir, casi 10 veces más de lo que habían tenido que pagar apenas un año antes para sacarlo del modesto NK Kustosija de Croacia. Su destino se encontró en las filas del Stade de Rennes, equipo por el que también pasaron estrellas como Ousmane Dembélé, Raphinha o Eduardo Camavinga, y que parecía ser un trampolín ideal para ir a otra escuadra más poderosa.
No obstante, las cosas no están saliendo como Faye se podía esperar, y por el momento su aventura en Francia se puede catalogar como un fracaso absoluto. Ha jugado muchos menos minutos de los que desearía, y tampoco ha tenido una adaptación sencilla a la Ligue 1, dejando sensaciones muy pobres. Y ha quedado demostrado que aún no estaba preparado para jugar en el Barça, aunque en Primera Federación hubiese destacado con creces.
‘Mika’ tendrá que demostrar los motivos por los que era considerado un zaguero con un futuro brillante, y Laporta no lo perderá de vista, al haberse reservado una opción de compra valorada en unos 30 millones de cara a los próximos veranos, en caso de que explote todo su talento.