Llegó como sustituto de Mbappé, no se entiende con Luis Enrique y se arrepiente de firmar por el PSG

Una de las pocas incorporaciones que el Paris Saint-Germain realizó durante el último mercado veraniego fue la de Desiré Doué, que llegó para tratar de llenar el enorme vacío que Kylian Mbappé había dejado con su salida al Real Madrid. Fue el único atacante que incorporaron, y Nasser Al-Khelaïfi estaba convencido de que podría tener un impacto enorme, y convertirse en una pieza clave en las alineaciones, ya que atesora unas condiciones y un potencial brutal. 

Los informes que los ojeadores habían realizado eran increíbles, y recomendaban sin pensar esta contratación. En las filas del Stade de Rennes, por donde también pasaron Raphinha y Ousmane Dembélé, había brillado con luz propia, y esto provocó que muchos equipos pujaran para tratar de hacerse con sus servicios. Entre sus admiradores, se encontraban escuadras de la talla del Manchester United, del Chelsea, del Liverpool o del Bayern de Múnich.

Y fueron los alemanes los que más insistieron en la firma de esta perla nacida en el año 2005, llegando a invitarle para que conociera las instalaciones, y dando casi por cerrado su desembarco. Pero la oferta que le presentaron desde el Parque de los Príncipes era mucho más atractiva en el punto de vista económico, lo que le llevó a decantarse por aterrizar en el proyecto de Luis Enrique, donde también le aseguraban que tendría mucho más protagonismo que en el Allianz Arena. 

Una decisión de la que Doué se muestra profundamente arrepentido, y ahora desearía dar marcha atrás en el tiempo para poder rectificar. No ha tenido en absoluto tanta continuidad como se podía esperar, y apenas ha acumulado un total de 483 minutos divididos en 13 encuentros, la gran mayoría de ellos entrando desde el banquillo. Y tampoco está teniendo una adaptación sencilla en el PSG, pues aún no se ha estrenado como goleador, y apenas ha dado una asistencia.

No tiene ‘feeling’ con el técnico gijonés, y a esto hay que sumar que los resultados que están consiguiendo no son precisamente buenos. Sin duda, se puede afirmar que se equivocó a la hora de elegir su nuevo destino, y a sus 19 años, es uno de los peores fichajes que se realizaron este verano en todas las ligas.