Neymar no llega solo al Santos, se lleva con él al ídolo del Barça

Uno de los grandes bombazos en este mercado de invierno, por no decir el de más repercusión, ha sido el regreso de Neymar Junior al Santos, el equipo que le vio nacer y donde se hizo conocido mundialmente, lo que le llevó a colarse en los planes de las escuadras más poderosas de Europa. Más de 10 años después de decir adiós para firmar por el Barça, ha optado por volver al club de su vida, y firmar el que probablemente será el último contrato de su vida.

Aunque era un secreto a voces desde hacía tiempo, esto no quita que sea una sorpresa mayúscula, pues también había recibido la llamada de David Beckham para unirse al Inter de Miami, donde podría reencontrarse con Leo Messi, Sergio Busquets, Jordi Alba y Luis Suárez. Sin embargo, en todo momento el mago brasileño tenía claro cuál era su destino soñado, y ha vuelto a casa ahora que ya tiene 32 años, y después de una etapa por el fútbol árabe que ha resultado un fracaso.

Al poco de aterrizar en el Al-Hilal se rompió el ligamento cruzado anterior de la rodilla, una lesión que le mantuvo de baja durante un año, y prácticamente al poco de regresar a los terrenos de juego, tuvo un nuevo problema físico que le ha impedido jugar. Apenas ha disputado una decena de encuentros en Arabia Saudí, y a pesar de que tenía un contrato vigente hasta el mes de junio, ha rescindido y ha quedado como agente libre, lo que le ha permitido irse a su país.

Para celebrar el ascenso del Santos a primera división, Neymar se ha convertido en el refuerzo bomba, con el que aspiran a volver a ser un equipo competitivo y que pelee por todos los títulos. Y no es el único fichaje estelar que desean cerrar, ya que también se encuentran negociando por Arthur Melo, quien no entra en los planes de Thiago Motta, y al que la Juventus le ha abierto las puertas para que se busque un nuevo equipo cuanto antes.

También pasó por el Barça, donde llegó a ser un ídolo para la afición y fue comparado con Xavi Hernández por sus habilidades, y llegaría en las mismas condiciones que su compatriota, es decir, totalmente gratis tras recibir la carta de libertad.