100 millones de felicidad. El Barça ata a estos cracks y Koeman sonríe

Felicidad en forma de millones, millones a cambio de felicidad. Como quieran llamarlo, está claro que supone un subidón de autoestima muy grande para el club. Memphis Depay y Giorginio Wijnaldum, dos jugadores que han estado en la órbita de fichajes del FC Barcelona durante todo el verano, cerrarán su compromiso con el club de una forma inminente.

Por fin se cumplen los deseos de Bartomeu, al menos, en cierto grado. Ya era hora de dar una alegría a la afición culé después del bochornoso 2-8 que encajaron en la Champions y las posteriores noticas de las salidas de Messi y Luis Suárez.

El delantero procedente del Olympique de Lyon había transmitido al club francés, tras la no clasificación a Europa la temporada que viene, su deseo de abandonar la entidad para buscar un reto más grande en su carrera deportiva. Pese a tener aún 26 años, Memphis Depay es un jugador muy contrastado en Europa, conocedor de las mejores ligas y con unas cualidades diferenciales si las lesiones le respetan. Por eso, los mejores clubes de Europa han preguntadop por él estos meses y, aunque parecía que lo tenía hecho con el PSG, vestirá de azulgrana a partir de esta temporada. Su fichaje se cerrará en torno a 60 millones.

Por otro lado se encuentra el centrocampista holandés del Liverpool. Giorginio Wijnaldum, jugador que roza la treintena de años, es un futbolista muy completo que puede desempeñar varias posiciones en la zona creativas y ofensiva del juego. El Barça bien sabe de lo que es capaz el holandés, protagonista de la debacle blaugrana en Anfield hace dos temporadas siendo el encargado de anotar dos de los cuatro goles que sirvieron para humillar al conjunto catalán. Quince meses depués, Wijnaldum vestirá la elástica blaugrana a cambio de casi 35 millones de euros.

Se trata de dos refuerzos que pueden conectar muy bien con su técnico, Ronald Koeman, que, a parte de compartir nacionalidad con ellos, han sido una petición expresa a Bartomeu. Ambos futbolistas están acostumbrados al juego de posesión que tanto idolatran tanto el técnico como el club. Con la llegada de algún otro refuerzo en la punta del ataque, el Barça puede recuperar poco a poco la esencia de juego que lleva perdiendo desde hace varios años y devolver a la afición las alegrías de las que les ha privado en este último ciclo.

Solo queda finiquitar las salidas del argentino Leo Messi y del uruguayo Luis Suárez para dar pie al comienzo de una nueva era en can Barça con una revolución muy significativa en la plantilla.