400 millones: el FC Barcelona ata a su joya y Florentino y CR7 lloran
Bartomeu ha tirado la casa por la ventana
Guau. 400 millones, sí. Suena a broma, pero no lo es. El equipo que quiera hacerse con los servicios de Ansu Fati de ahora en adelante tendrá que abonar esa cantidad. El FC Barcelona ha blindado a la joya más brillante de la cantera culé en los últimos años a base talonario.
Pese a que varios equipos habían preguntado por él en los últimos meses y que, tanto el jugador y su representante estaban negociando un acuerdo -que no terminaba de cerrarse- con el Barça para un aumento de su ficha, el anhelo del futbolista es triunfar en el club que el ha visto crecer.
Tanto el Real Madrid, con Florentino Pérez a la cabeza, y la Juventus de Turín, con CR7 liderando el club, han mostrado interés en el extremo nacionalizado español en las últimas semanas, el Barça ha cerrado contundentemente la puerta de salida al jugador blindándole con una cláusula que alcanza los 400 millones de euros.
De esta forma el club catalán se asegura un extremo de calidad para los próximos años. Un extremo que se ha convertido en el jugador más joven de la historia de la liga en anotar un tanto. Y un extremo que, de seguir con su proyección actual, puede convertirse en un serio candidato a ganar el Balón de Oro dentro de unos años.
Pese a que aún tiene 18 años y la competencia en el Barça es muy alta -dada la cantidad de jugadores que alberga el club en la zona ofensiva del campo-, Ronald Koeman cuenta con él incondicionalmente y, antes que dejar escapar a Ansu Fati, está dispuesto a desprenderse de otros estandartes como el brasileño Philippe Coutinho o el extremo francés Ousmane Dembélé.
Ahora, tras la estupenda noticia que ha llegado al entorno del club, la directiva podría dar a la afición culé otro motivo de alegría con la incorporación de Memphis Depay, que podría ser la pieza elemental para suplir la baja de Luis Suárez de la forma más eficiente posible. La brecha que actualmente existe entre el ariete holandés y el club catalán son los 40 millones de euros que exige el Olympique de Lyon por su salida, una cifra que Josep María Bartomeu podría poner sobre la mesa en las próximas horas.