A Hansi Flick le cae otro problemón con Vitor Roque y el 9: ni Sorloth, ni Haaland, ni Darwin Núñez
El Barça habría intentado convencer al jugador de su marcha durante la era Xavi y el crack se niega
Seamos claros, no ha sido la mejor temporada de Robert Lewandowski aunque, a decir verdad, salvo alguna honrada excepción como Lamine Yamal, casi ningún jugador culé puede presumir de lo hecho en esta campaña 23/24, sin embargo, lo del polaco tiene miga porque es la estrella del equipo, tiene sueldo acorde a tal cosa, fue un traspaso costosísimo y, lo quiera o no, está en el epicentro de dos debates básicos en can Barça: el estilo y Vitor Roque.
El nuevo entrenador evaluará la situación
Coge distancia el Barça con las bisagras de este problema tirando por la calle de en medio, tratando de poner al frente del Barça a otro entrenador que desherede a la plantilla y a los jugadores de los defectos pasados: Hansi Flick. Lewandowski, uno de los mejores nueves de Europa, fue cabeza de cartel hasta esta temporada, donde ha sido foco de dudas; es más, se apunta que en tiempos de Xavi, el club trató de quitárselo de encima, pero he ahí la novedad: el polaco se ha negado, se queda y va a cumplir su contrato. Y Flick está encantado.
Eso, como es lógico, genera ya un problema de enorme magnitud a Vitor Roque, que ve como ha de vivir al menos hasta 2026 a la sombra del goleador. Y quizá con Flick, más allá de atenuarse esta situación, quizá esta se acentúe: para el alemán, Lewandowski es más que insustituible. El reto, por tanto, es encontrar minutos al brasileño, hacer que el estilo Barça se coordine con el más que probable nuevo entrenador alemán del Barça y que todo ello se acople a la titularidad de Lewandowski.
Nueves del mercado
El Barça, si intentó la salida de Lewandowski, es porque hay otros nueves en el mercado, que ya apuntan a clubs como el United o el Atlético de Madrid, y que por un coste asequible prometen buenos guarismos; ahí están Lookman, Sorloth o Dovbyk. Con un par de buenas ventas incluso se podría soñar con jugadores de un cartel superior, como Darwin Núñez o, llegado el caso en 2025, Erling Haaland. Pero no, el Barça tendrá que tragar con Roque y Lewandowski.