Acuerdo entre Bartomeu y Messi: millones, mentiras y una revolución

Josep Maria Bartomeu, presidente del FC Barcelona, es la cabeza visible del Barça, desde luego, pero Leo Messi es su alma, y aún sigue siéndolo. Y ambos saben cuál es su lugar. De esta forma, ¿cómo puede el presidente conseguir evitar que el crack más grande que ha tenido el club no abandone por las bravas y por la puerta de atrás la entidad blaugrana? Pues bien, el máximo mandatario azulgrana lo tiene claro: va a enfrentarse a él y quiere acorralar al genial futbolista argentino.

Y es porque necesariamente la maquinaria mediática del gigante español se puso a funcionar en cuanto se supo la noticia del famoso burofax del de Rosario con el mensaje sucinto de su marcha, y su eco, también mediático, ha señalado a Bartomeu primero como responsable de la terrible situación y luego le ha exigido que no deje ir al argentino, o al menos que no se vaya gratis. La jugada, desde ciertos sectores, es indigna por parte del club con un jugador que ha dado tanto al Barcelona. Pero estas opiniones son solo la mitad hablante del transatlántico catalán. También hay quien apoya que Messi lleve dinero a la Ciudad Condal si quiere abandonar el club: para estos, es lo justo. Hay opiniones para todos los gustos.

Y en esas están Bartomeu y Messi, que hoy se reúnen (en el caso del jugador, con su padre representándole) y ambas partes coinciden en una cosa, de hecho hay acuerdo por ello: el futbolista, si quiere salir, ha de hacerlo. Ahora bien, este ok fraternal en el contenido no lo es tanto en el continente ya que Jorge Messi apela a que su hijo se vaya gratis del Barça como acordaron en su cláusula de contrato -que además es la opción que le exige el Manchester City al futbolista para negociar su compra- pero el Barça le tira el órdago a Messi de que para ello deben recibir 700 millones de euros, la cifra estipulada en su salida fuera de plazo.

Y aún con todo, hay una tercera opción: que Messi renueve hasta 2022 y se ligue al club pudiendo irse al final de la campaña actual, la 2020/21. Y esta es la que maneja Bartomeu en la reunión. Pero lo que el presidente no espera es la reacción de Messi, que se siente engañado y va a por todas con su salida: tras su decisión, ya no hay marcha atrás. De esta forma, dado que el Barça amenaza con llevar el trámite a la justicia, el futbolista pedirá el tránsfer internacional para así empezar a jugar mientras se resuelve el caso. Así las cosas, la pelea se ha reducido a dos luchas de egos: uno es el de Bartomeu, que quiere ver a Messi vestido de blaugrana esta campaña; el otro es la del futbolista, que lo apuesta todo por sentirse con otros colores en los próximos días.

Bartomeu sabe que una vez que Messi vista el celeste, no habrá marcha atrás en su imagen: si el argentino se cuelga otra elástica, él pasará a la historia como el presidente que lo permitió.