Ahora hay 2 favoritos para sustituir a Simeone y Ancelotti, y Luis Enrique no está entre ellos

A estas alturas de la temporada, la campaña del Real Madrid y la del Atlético de Madrid son casi diametralmente opuestas. Los unos, con sus altibajos, siguen luchando por sus dos grandes objetivos, LaLiga y la Champions, y han conquistado ya dos títulos esta campaña, la Supercopa de Europa y el Mundial de Clubes; los otros han fracasado en todas las metas y luchan por ser terceros en LaLiga. Con todo, Ancelotti y Simeone siguen discutidos y hay dos técnicos posibles para sustituirlos.

Lógicamente el nivel de exigencia en el Real Madrid es mayor que en el Atlético de Madrid, sin embargo hay diferencias de opciones en el seno colchonero por la repetitiva deriva que ha tomado el equipo en las últimas temporadas y que esta campaña ha tocado fondo. Evidentemente estar desde el mes de enero sin más objetivo que ser tercero en LaLiga es una meta inadmisible en el Metropolitano. Por eso Simeone está en el disparadero.

Con Ancelotti la discusión siempre ha existido salvo en los éxitos, así es el Madrid. Unas veces el juego, otras los tropiezos y las de más allá, el estilo, pero lo cierto es que, desde Florentino a ciertos sectores de aficionados, el italiano no engatusa. Por tanto, si el Real Madrid cae en uno de los dos grandes objetivos, Ancelotti caerá con el equipo.

¿Quiénes pueden sustituirlos?

Luis Enrique está en la agenda del Atlético de Madrid, pero también en otras tantas y su espera no parece eterna, de modo que Marcelino García Toral se cuela en primera fila de la lista de posibles aunque poco probables sustitutos de Simeone. El asunto João Félix, el juego del equipo, la falta de acierto, los planteamientos y sobre todo lo resultados, para muchos, exigen un cambio en el banquillo rojiblanco y desde luego Toral es lo opuesto al Cholo.

 

 

 

 

 

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Por parte blanca se mira a Thomas Tuchel como posible solución a la salida hipotética de Ancelotti. Como decimos, lo de Carletto pende de los éxitos que consiga y se mantendrá a toda costa si gana la Champions otra vez. Pero Tuchel, muy diferente en forma de entender el juego, asoma sin disimulos, ya sea porque no se cree tanto en una nueva machada blanca en su territorio europeo o porque, como decimos, la filosofía del transalpino cansa en Chamartín.