Amenaza a Carlo Ancelotti: o le promete un hueco, o se va del Madrid
No seguirá así en el Santiago Bernabéu
Miguel Gutiérrez fue uno de los últimos canteranos que tuvo la oportunidad de debutar con Zinedine Zidane. Tardó más de la cuenta, pues muchos le veían preparado desde hace mucho tiempo, y creían que merecía una oportunidad en el primer equipo del Real Madrid. Pero, al final, no fue hasta las últimas jornadas de La Liga Santander, después de las lesiones de Marcelo Vieira y Ferland Mendy, cuando se estrenó. Y lo hizo, además, como titular.
No decepcionó a todos aquellos que le habían puesto por las nubes, y maravilló ante la atenta mirada del público. Dejó muy buen sabor de boca, sobretodo, en el apartado ofensivo, y demostró que puede estar preparado para dar el salto a la élite ya mismo. Es más, muchos esperaban que este mismo verano se le hiciera ficha profesional, y se le diera un voto de confianza. No obstante, parece que Carlo Ancelotti tiene unos planes diferentes.
Florentino Pérez sí que estaba por la labor de ascenderle, pero, viendo que ‘Marce’ se ha negado a marcharse, y quiere cumplir el año de contrato que le queda, han tenido que pedir al canterano de 20 años un poco de paciencia. Y pretenden que aguante otra campaña más en el Castilla que dirige Raúl González, antes de ser uno más en el Santiago Bernabéu. En ese caso, el campeón de la UEFA Youth League hace un año tendría pensado irse.
Ha recibido ofertas muy interesantes para ser cedido, y seguir acumulando rodaje en La Liga Santander. En especial, una del Getafe, una del Cádiz, y otra de la UD Levante, que le prometen minutos y continuidad, justo lo que necesita para seguir con su crecimiento. El joven lateral zurdo ya se ha reunido con ‘Carletto’, y le ha hecho saber de que, en caso de no prometerle tener mucha participación, no tendrá problema en hacer las maletas.
La pelota está en el tejado del Madrid, que deberá de decidir que es lo mejor para Miguel. Pero la posibilidad de que se vaya a préstamo no es vista con malos ojos en absoluto.
Más bien, todo lo contrario.