Ancelotti descubre en su anterior club al central que más le gusta para sustituir a Nacho: 21 años
Corpulento, rápido al corte y un portento en el juego aéreo
Nacho Fernández está siendo uno de los protagonistas en el Real Madrid ya que mucha culpas cayeron al defensa español por el empate registrado el pasado fin de semana ante el Atlético de Madrid y, además, porque un percance muscular que le impedirá estar a disposición de Carlo Ancelotti para disputar el vital duelo ante el Girona de esta tarde.
Su expiración de contrato con el club el próximo 30 de junio, además, juega muy en contra de los intereses de Nacho si tenemos en cuenta que Ancelotti no está satisfecho con el rendimiento del futbolista y de que el técnico italiano tiene una opción prioritaria para sustituir al central madrileño en verano: Jarrad Branthwaite.
El central inglés se ha sumado en las últimas horas a este casting a Leny Yoro, un joven futbolista del Lille que también está cuajando una campaña sensacional.
Eso sí, centrando la atención en Branthwaite tenemos que mencionar que el defensa inglés de 21 años actualmente milita en el Everton, el último club de Ancelotti ante de poner rumbo al Santiago Bernabéu para afrontar su segunda etapa en el conjunto español, y que diferentes colosos de la Premier League también se están sintiendo atraídos por la posibilidad de contratar al futbolista el próximo verano.
Sus 195 centímetros de estatura y su poderío en el juego aéreo hacen del zaguero inglés todo un baluarte para la línea defensiva, aunque hay que decir aquí que su rol en Madrid sería completamente diferente al que atesora actualmente en el Everton, club con el que tiene contrato hasta 2027.
Nacho se irá del equipo, sí, y el español ha tenido mucha importancia esta temporada, pero esto ha derivado de las graves lesiones sufridas por Éder Militão y David Alaba.
No obstante, además del brasileño y el austriaco, Antonio Rüdiger seguirá perteneciendo a la disciplina merengue la próxima temporada y de ahí que el fichaje de Branthwaite se diera, en primer lugar, con vistas a ser el cuarto central de la plantilla, y en segunda instancia, como un movimiento de futuro teniendo en cuenta que Alaba y Rüdiger ya han alcanzado la treintena de edad.