Ancelotti elige a Hazard y hay lío: el descarte no se va del Bernabéu
El delantero todavía ve lejana su marcha del Madrid pese a que no cuenta para el italiano
Carlo Ancelotti es un hombre que tiene las ideas claras y que ya tiene un plan ideado en la mente de cara a la temporada 2022/2023. Los nuevos fichajes de Rüdiger y de Tchouameni tanto en la defensa como en el centro del campo le dan nuevas alternativas al entrenador italiano pero en ataque los hombres de los que va a disponer van a ser prácticamente los mismos que en el anterior curso. De hecho, el italiano quiere que sean menos y quitarse así de problemas a la hora de dejar fuera de la convocatoria a algunos jugadores con los que no cuenta.
Por eso Carletto tiene muy claro que hay que aligerar peso en la plantilla y eso pasa fundamentalmente por decir adiós a dos delanteros con los que no cuenta en absoluto. Uno de ellos es Luka Jovic, de quien ya venimos contando en Don Balón que su salida a la Fiorentina está muy próxima, mientras que el otro hombre del que se quiere desprender el míster es Mariano Díaz. El hispano dominicano no ha tenido protagonismo apenas en las temporadas anteriores que ha militado en la disciplina del Real Madrid y su situación no va a cambiar ahora, así que en el club blanco le están buscando de forma insistente una salida. Además, Ancelotti usará a Hazard de falso 9 ante la ausencia de Benzema y eso resta más oportunidades.
No es fácil, sin embargo, que Mariano se marche a otro destino. Su cartel ha bajado mucho después de haber estado tantos años en el ostracismo y sin apenas oportunidades, y si bien es cierto que parece que ahora ha cambiado de ideas y que empieza a ver con mejores ojos una salida del Santiago Bernabéu, lo cierto es que en los últimos años ha demostrado que no le importaba chupar banquillo con tal de no moverse de Madrid.
Por el momento su salida sigue enquistada y apenas hay equipos que se asocien con un claro interés por el delantero de 28 años. Mariano tiene contrato por una temporada más con el Real Madrid y por eso los blancos tienen la urgencia de venderlo este mismo verano para, al menos, tratar de sacar una pequeña compensación económica por él antes de que el año que viene se marche completamente gratis.