Ancelotti le echó, señalado del Madrid: nadie le quiere como a Marcelo
El talentoso jugador sigue sin equipo y en una situación muy complicada
Por sorprendente que parezca, el cartel de haber jugado en el Real Madrid durante nada más y nada menos que nueve temporadas a veces no es suficiente. Eso es lo que le está sucediendo a Isco, que desde que terminó su contrato con el club blanco a finales de la pasada campaña todavía se encuentra en una situación muy poco cómoda para él ya que no es capaz de encontrar equipo.
El malagueño, a sus 30 años de edad, está ante nuevos retos de cara al presumible tramo final de su carrera deportiva. El Real Madrid decidió no renovar el compromiso que unía a ambas partes después de una última temporada decepcionante a las órdenes de un Carlo Ancelotti que apenas le dio oportunidades, y por eso el talentoso centrocampista se puso manos a la obra para tratar de encontrar un nuevo acomodo donde desarrollar su juego. Desde entonces, son muchos los equipos que se han vinculado con el futuro del futbolista, muchos de ellos en LaLiga como el Sevilla, el Betis o el Valencia, pero lo cierto es que ninguna de estas opciones, ni tampoco las del extranjero, han llegado a fructificar por el momento.
Isco se lo ha tomado con calma y no quería precipitarse a la hora de tomar una decisión. Buscar el lugar idóneo para tratar de recuperar su mejor nivel era un componente clave pero ahora esa calma empieza a tornarse en nerviosismo. Las competiciones ya han empezado en sitios como Inglaterra o Alemania y la liga en España arranca la semana que viene. Y por el momento, el ex del Real Madrid sigue sin saber dónde va a jugar este curso.
Pase lo que pase, Isco ya va tarde. Llegará a su nuevo equipo con la campaña ya iniciada, sin haber podido realizar la pretemporada junto al resto de sus compañeros así que llevará retraso en cuanto a periodo de adaptación se refiere. También en el plano físico, uno de los que más le cuesta al andaluz, porque aunque ha estado entrenando por su cuenta durante el verano va a llegar sin ritmo de competición real. Por el momento, en el horizonte aparece una nueva temporada complicada para el malagueño.