Ancelotti, otro sueño de 90 kilos por la banda de Hazard y Vinícius

La operación por Kylian Mbappé, después de cuatro temporadas, está en el lugar más cercano posible para los intereses del Real Madrid, pero Carlo Ancelotti, pragmático como pocos, prefiere mirar de puertas adentro a las posibles soluciones que pueden sacar adelante los próximos tres puntos en juego para los blancos, los del Benito Villamarín ante el Betis. Así, dos de los jugadores que más están en boca de todos, aunque por diferentes razones, como son Eden Hazard y Vinícius Júnior, ya saben cuál es el otro objetivo de Carlo Ancelotti por su banda, y vale 90 kilos.

Esa es la cifra que costó en su día el belga en el mercado (llegó a estar valorado en 150), una cifra asentada en sus actuaciones magistrales sobre el césped que hablaban de un jugador único en el uno contra uno, con asociación, disparo lejano y una increíble capacidad para superar líneas rivales y asistir a sus compañeros en la suerte del gol. Pues bien, Ancelotti se ha puesto entre ceja y ceja conseguir que el capitán de los diablos rojos regrese a ese estatus y la única manera de conseguirlo es tapando bocas desde el terreno de juego.

Pero eso no significa que el míster italiano vaya a dejar de lado a Vinícius Júnior, hasta el momento el mejor jugador del Madrid en lo que llevamos de campeonato (es pichichi de LaLiga, junto a Erik Lamela y Ángel Correa, con tres goles). No, Ancelotti es tan ambicioso y a la vez realista que cree que el brasileño también puede ascender en su escalón de valoración hasta esos 90 millones de euros y que, de nuevo, lo logrará mediante su puesta de largo sobre el tapete verde.

Así las cosas, Ancelotti, que evidentemente no va a hacer ascos al posible aterrizaje de Kylian Mbappé en el Real Madrid, piensa en su actual banda derecha y ve cualidades suficientes y cimientos sólidos para construir una de las mejores del mundo con dos jugadores diferentes pero capaces de ser totalmente cruciales para el Real Madrid. La temporada es larga y habrá tiempo para los dos, de modo que quiere mantenerlos enchufados y que alcancen, ambos, ese estatus de crack que da un valor de 90 kilos en el mercado; y eso solo se construye partido a partido.