Ancelotti ridiculiza a Florentino con el crack humillado por Camavinga, la venta del año en Madrid
Salvo un giro mayúsculo, el futbolista saldrá del Bernabéu el próximo verano
La plantilla del Real Madrid únicamente se vio reforzada el verano pasado con las llegadas de Antonio Rüdiger y Aurélien Tchouameni, dos futbolistas que, a pesar de haber disfrutado de un gran número de minutos en la presente campaña, no han logrado afianzarse como una de las piezas indiscutible en el ‘11’ ideal de Carlo Ancelotti.
Mirando al centrocampista francés, cuyo aterrizaje en el Santiago Bernabéu se produjo por el cuantioso pago de 80 millones realizado por Florentino Pérez al AS Mónaco, su situación se torna muy crítica en el proyecto blanco. Tchouameni comenzó la temporada siendo titular en la parcela creativa del equipo junto a Toni Kroos y Luka Modric, pero tras el Mundial de Qatar sufrió una lesión muscular que ocasionó un giro de 180º en su situación en Madrid.
Lejos de seguir ostentando un rol privilegiado en el equipo, Eduardo Camavinga aprovechó a las mil maravillas la ausencia de su compatriota para dar varios pasos adelante en la escala jerárquica del Real Madrid y, empleándose como lateral izquierdo y como centrocampista, logró convencer a Ancelotti para afianzarse en su esquema.
Se puede afirmar sin titubeos que Camavinga es uno de los nombres propios de la temporada en Concha Espina y la importancia del exjugador del Rennes ya no da lugar a ningún tipo de cuestionamiento, algo que inevitablemente acusará Tchouameni.
Cabe señalar que Florentino ya ha estrechado lazos con Jude Bellingham, otro centrocampista de primer nivel, y si nada se tuerce el jugador inglés se vestirá de blanco la próxima temporada, otro motivo que oscurecerá la estancia de Tchouameni en el equipo.
Ancelotti ya ha dejado muy claro que no confía en que el francés pueda convertirse en un pilar en el Real Madrid y por ello, a fin de evitar que el futbolista de 22 años sufra una devaluación estrepitosa en el mercado, Florentino está abierto a negociar su salida el próximo verano.
Además, el poco protagonismo brindado por Ancelotti a Tchouameni en la segunda parte de la campaña evidencia el fallo cometido por el presidente abonando esos 80 millones por un jugador que solo un año después podría vivir un nuevo cambio de aires en su carrera deportiva convirtiéndose en la venta del año en Madrid.