Apuntaba más alto que Ansu Fati: una joya está estancada

En su día, estaba llamado a ser una estrella

Apuntaba más alto que Ansu Fati: una joya está estancada

Anssumane Fati fue una de las grandes irrupciones de todo el futbol mundial, y lo mejor es que llegó al primer equipo del Barça sin hacer mucho ruido previamente. Porque poca gente había oído hablar de él cuando todavía estaba en las categorías inferiores, y era un completo desconocido para la mayoría. Precisamente eso le ayudó mucho, pues apenas había generado expectativas, y la presión mediática que tuvo que soportar era casi inexistente.

Porque ese factor resulta determinante, y más, para chavales tan jóvenes, que no está acostumbrados a lidiar con la prensa. Son incontables los casos de promesas que apuntaban muy alto, y que parecían tener un futuro excepcional, pero que se acabaron quedando por el camino. Todo, por culpa de muchas razones, pero, entre ellas, también está la excesiva responsabilidad que cargaron sobre sus hombros. El talento lo tenían

En el Camp Nou solo cruzan los dedos para que a ‘Ansu’ no le suceda lo mismo, si bien, en su caso, siempre ha respondido bien a la presión. Lo que ha frenado su progresión ha sido una inoportuna y grave lesión, que le mantiene en el dique seco desde hace casi un año. Muchos confían en que vuelva igual que antes, o, incluso, mejor, pero habrá que tener paciencia. No hay que olvidar que le han quitado el menisco, con todo lo que eso implica.

Pero, al menos, ya demostró con el Barça toda su calidad, y también, con la selección española absoluta. Porque hay otros casos de cracks que ni siquiera han podido hacer su debut en la élite, o que no han tenido continuidad. Ese es el ejemplo de Karamoko Dembélé, del que se hablaba a diario cuando no era más que un crío, por sus actuaciones en las categorías inferiores del Celtic de Glasgow. Sin embargo, a sus 18 primaveras, ni se ha asentado allí.

Aún es joven, y ha sido internacional con Escocia sub 17 y con Inglaterra sub 18, ya que aún no se ha decidido. Está a tiempo de explotar algún día, pero muchos esperaban que, a estas alturas, ya lo hubiera logrado.

No es tan fácil.