Barcelona y Celta, destinados a entenderse en el próximo mercado

Son varios los futbolistas del F.C. Barcelona que no cuentan para Xavi Hernández la próxima temporada y otros tantos que no están disfrutando de los minutos de juego deseados. Uno de ellos es Riqui Puig. El joven centrocampista catalán es uno de los grandes damnificados del buen estado de forma de Pedri y de la proliferación de canteros prometedores como Nico o Gavi. Por todo esto, la salida de Puig sería visto con buenos ojos por el jugador y por el club, conocedor que podría sacar algo de liquidez con su traspaso.

Puig, que acaba contrato con el Barça en 2023, ha disputado 14 encuentros esta temporada, 11 en la Liga Santander, uno en la Champions League, otro en Copa del Rey y uno en la Europa League. En total, el canterano culé suma 380 minutos de juego esta campaña, en los que ha anotado un gol. Cifras muy bajas para la progresión de un jugador de tan solo 22 años.

El Celta de Vigo quiere aprovechar la situación e incorporar al equipo al joven catalán en el próximo mercado de fichajes. En la plantilla del Celta coincidiría con otro futbolista que no logró hacerse un hueco en el centro del campo del F.C. Barcelona como Denis Suárez. Ampliando así la nómina de centrocampistas creativos de Eduardo Coudet.

Hasta ahora Puig se ha negado a salir del conjunto azulgrana, y eso que nunca ha contado con el apoyo de los distintos entrenadores que han pasado por el Camp Nou. No ha podido asentarse en el equipo ni con Valverde, Setién, Koeman o Xavi, algo que puede ser que lleve al canterano a querer cambiar de aires este verano y poner rumbo a Vigo.

Pero la de Riqui Puig no sería la única operación del verano entre gallegos y catalanes. El Barça, que tiene la remodelación en defensa como una de las exigencias de Xavi, está buscando un lateral izquierdo que compita con Jordi Alba y la dirección deportiva blaugrana piensa en Javi Galán como una gran alternativa. 

Galán, de 27 años de edad, es uno de los habituales en el equipo del ‘Chacho’ Coudet desde su llegada el pasado verano por cuatro millones de euros procedente del Huesca. El lateral extremeño suma 32 partidos esta temporada, destacando por su velocidad y potencia, además de su facilidad para llegar al área rival y asociarse con sus compañeros. Prueba de ello son las tres asistencias que suma esta temporada.

El lateral tiene un contrato con la entidad viguesa hasta 2026, lo que dificultaría el traspaso debido a la poca liquidez de los culés. Es por eso que, si Riqui Pug se decanta por el Celta, el Barça podría incluir al joven centrocampista en la operación. Un refuerzo que supondría un recambio de garantías para un Jordi Alba que cumplirá 34 años la próxima temporada.