Bartomeu le regala un fichaje a Valverde que gusta a Griezmann y no a Messi
El jugador es amigo del francés y eso a Messi no le hace ninguna gracia
El Fútbol Club Barcelona pasó ayer por encima del Sevilla con un fútbol resolutivo y fácil. No es este Barcelona el de antaño. El de las posesiones largas y juego profundo. El de Messi encarando una y otra vez. El Barcelona post Guardiola fue evolucionando hasta llegar al Valverdismo.
El Valverdismo ha conseguido hacer de un equipo al que se le intuía una fecha de caducidad próxima un conjunto práctico que gana partidos por su pegada y por su buen trabajo defensivo. Dos Ligas y una Copa del Rey hablan del buen trabajo, aunque muchos no lo vean así, de Ernesto Valverde como entrenador blaugrana.
Le ha tocado a Valverde lidiar con el fin de una era y lo está sabiendo manejar lo mejor que puede. Al fin de la carrera de Messi y Suárez también se une que los jugadores que han venido para dar el do de pecho tampoco están sabiendo hacerse con ese puesto de líder.
Uno de ellos debería ser Dembèlè. El francés ayer demostró que es capaz de lo mejor y de lo peor. El ex del Borussia de Dortmund sabe lo que es ser importante y la responsabilidad que tiene. Pero es que no cumple con ningún requisito para ser una estrella. No tiene el sacrificio ni aguanta el peso de la presión y además se lesiona con demasiada facilidad.
Ayer se estrenaba en liga Todibo. El francés, que ha hecho muy buenas migas con Griezmann, hizo un buen partido. Estuvo serio en el corte y apenas cometió fallos. Demostró que puede ser perfectamente el tercer central del Barça y que Valverde puede contar más con él.
No ha gustado mucho a Messi que un amigo de Griezmann gane peso en el equipo. La guerra fría instalada en el vestuario blaugrana hace indicar que cualquier movimiento de Valverde puede desatar en una batalla. De momento Valverde mueve sus fichas con prudencia. Messi mira desde su torre de oro. El Rey seguirá siendo el Rey.