Bartomeu se queda solo y compromete el futuro del Barça. Su locura es total

Desde Barcelona ya son muchas las voces que llevaban un tiempo hablando sobre la aparente locura que ha invadido a Josep Bartomeu. “Desde enero su comportamiento se volvió más errático. Más incluso de lo que ya era hasta la fecha. Ve como su mandato se acaba y ya no parece él mismo”, aseguran desde Barcelona. Este fin de semana 6 directivos presentaron su dimisión y dejaron la junta de Bartomeu. Emili Rousaud, que quiere presentarse en las próximas elecciones, le ha acusado de manera indirecta de haber metido la mano en la caja. Se ha armado la mundial.

Bartomeu pretende tomar medidas legales contra las acusaciones. No será la única guerra que tenga ahora el presidente blaugrana. Los sobre costes que han existido con su relación con la consultoría i3 Ventures han copado ayer todas las portadas de los medios que siguen al club catalán. Para muchos este es el fin de Bartomeu. “Tendrá que dimitir y convocar elecciones, no le queda otra salida”, dicen desde la Ciudad Condal. Pero Bartomeu actúa como si todo fuera normal.

Desde Italia aseguran que ya ha cerrado el fichaje de Lautaro Martínez. El agente del jugador se desmarcó la semana pasada con unas declaraciones que dejan todo claro: “El año que viene jugará en España”. El único equipo que podría hacer frente al fichaje a parte del blaugrana es el Madrid, pero parece que el conjunto blanco ha elegido a Haaland por delante del argentino.

Si cierra a Lautaro el Barcelona gastará un dinero, que aparentemente, no tiene. El club catalán está en una situación más que comprometida y debe dejar salir antes de firmar jugadores. Ese era el plan que todos tenían. Una hoja de ruta que Bartomeu se salta ahora y que puede tener consecuencias fatales para el club.

Los 6 directivos que presentaron su dimisión este fin de semana lo hicieron por “sentir que no se estaban haciendo las cosas bien en los últimos tiempos”. Para muchos han abandonado el barco justo antes de que se hundiera del todo. Su ambición sería volver, pero con otro presidente al mando.

Bartomeu se agarra al puesto y continúa con una normalidad que asusta. Como el que ve arder su casa y se pone a preparar la cena como si el fuego no le fuera a quemar. Bartomeu ve todo en llamas. Veremos si es capaz de sofocar este incendio.