Bartomeu recibe 7,5 millones por una salida inesperada

Buenas noticias en el Barça. Porque, en estos momentos de crisis, tanto institucional como económica, cualquier cosa que implique recibir dinero, por poco que sea, es bienvenida. Y más, cuando se trata de operaciones ajenas al club, es decir, que lleguen de manera completamente inesperada, y sin que Josep María Bartomeu ni Ronald Koeman tengan que mover ni un solo dedo. Y eso es justamente lo que ha pasado ahora, pues se han quedado sorprendidos.

Marlon Santos es el culpable de esta situación. Para los que no le recuerden, llegó al conjunto azulgrana en verano de 2016, a préstamo, para reforzar el filial. Pero su buen rendimiento le permitió tener alguna que otra oportunidad con el primer equipo, y a final de curso no dudaron en ejercer la opción de compra que acordaron con Fluminense, del que es canterano, a cambio de cinco millones de euros. E, inmediatamente después, se fue cedido al Niza.

Allí también estuvo una campaña, en la que dejó buen sabor de boca, y se consolidó en la Ligue 1, pero no tenía sito al regresar, pues no contaba para Ernesto Valverde. Por ese motivo, aceptaron la oferta del Sassuolo, que se lo llevó traspasado, y donde todavía sigue jugando. Ha seguido su progresión, y a sus 25 años, también se ha asentado en la Serie A. Y pronto hará las maletas, ya que ha recibido una oferta muy interesante desde la Premier League.

Se trata del Fulham, un recién ascendido, que ha señalado al antiguo internacional sub 23 y sub 20 con Brasil como objetivo prioritario. Se dice que preparan una propuesta cifrada en unos 15 ‘kilos’, que sería aceptada al instante. Y aquí es donde aparece el Barça, que se guardó, o eso se dice, el 50% de una futura venta a un tercer club. Es decir, que le tocaría la mitad de esa cantidad, unos aceptables 7,5 millones. Algo que ha alegrado a Bartomeu.

Eso si, varios medios desmienten esa información. Porque informan de que el club italiano ya pagó más dinero en su día para tener la totalidad de los derechos de Marlon.

Hay debate.