Bartomeu y Abidal se lo permiten a Guardiola: adiós a Leo Messi por él
El Barça y el City cuecen a fuego lento la mayor bomba
Nadie, ni siquiera Neymar Júnior o Kylian Mbappé pueden llenar el hueco que deje la posible salida de Leo Messi del FC Barcelona, y pese a que el argentino ha renovado automáticamente con el club culé su decisión de abandonar el Barça este mismo verano va ganando enteros, y por muchas razones. Una de las más importantes es que le seduce enormemente alejarse de los focos del Camp Nou y ponerse de nuevo a las órdenes de Pep Guardiola. Eso sí, el Barça lo permitiría, pero con un cargo alto por parte del Manchester City.
Con todo y más, este acuerdo, que puede hacerse efectivo en los próximos días, podría sacar definitivamente el 10 del Barça del club de sus amores para irse en busca de una última epopeya en su carrera, esta vez en la Premier League, dejando en el Barça a un súper jugador que también quiere cambiar de aires. Así las cosas, Guardiola solo aceptaría semejante pérdida por Leo y porque, tras el fracaso europeo citizen, el premio del 10 culé es el único consuelo que le queda.
Por su parte Josep Maria Bartomeu y Eric Abidal, que saben que permitir la salida de Leo implica consecuencias graves, quieren y exigen del Manchester City un pago acorde al mejor jugador del mundo, por lo que los skyblue están dispuestos a dárselo, aunque jugador por jugador, nunca con un cargo extra por parte británica.
De esta forma, Kevin De Bruyne, que se llevó un enorme fiasco con la caída de su equipo en cuartos de final de la Champions League (3-1) ante el Olympique de Lyon y estaría buscando una salida, se iría al FC Barcelona -ya que pese a los problemas internos que poseen los azulgranas le seduce la idea- a cambio de Leo Messi, que también desea salir. Así, Bartomeu y Abidal cambiarían cromos con el City otorgando el estatus máximo culé al mediocampista belga a cambio de permitir la salida del argentino, y lo harían porque para el presidente y el máximo mandatario de la parcela deportiva blaugrana (Abidal) quitarse de encima a Messi es un alivio, ya que una vez esté fuera el crack sudamericano, serían ellos y no ningún jugador los que tendrían el mando absoluto del equipo.
Veremos cómo sienta esto en el vestuario y en la grada del Nou Camp.