Bartomeu y Florentino Pérez pensaron en él: ahora se arrepiente

Marc Roca tuvo un año 2019 sublime, pues logró clasificarse para la Europa League con el club de su vida y de sus amores, el Real Club Deportivo Espanyol. Hizo una temporada soberbia, y poco después puso la guinda al pastel conquistando el Europeo sub 21 con la selección española. Algo que le valió para colarse en la agenda de clubes de la talla de Barça, Real Madrid o Atlético de Madrid. Pero fue el Bayern de Múnich el que más fuerte pujó.

30 millones de euros llegaron a poner sobre la mesa, una cantidad que fue rechazada, remitiéndose a la cláusula de rescisión, cifrada en 40. El catalán se tuvo que quedar otro año más en La Liga Santander, y, desgraciadamente, esta vez perdieron la categoría, descendiendo tras 30 años en la élite. Así que el pasado verano sí que se marchó, y otra vez volvió a estar en la agenda de varias escuadras ‘top’. Pero, al fin, aterrizó en el conjunto bávaro.

Y a un precio mucho más bajo del que se había hablado, de tan solo unos 10 ‘kilos’, aproximadamente. El problema es que las cosas no le han ido como se esperaba, en absoluto, desde que llegó a la Bundesliga, pues no ha entrado en los planes de Hans-Dieter Flick, su entrenador. Y ha pasado más tiempo en el banquillo o en la grada que en el terreno de juego, como dicen sus estadísticas. Menos de 500 minutos repartidos en 10 encuentros es su bagaje.

Normal que Roca se arrepienta de la decisión que tomó, y ya piense de nuevo en hacer las maletas. Desde el Allianz Arena no le pondrán ningún impedimento, y se irá traspasado, recuperando lo que invirtieron, o cedido, para recuperar la forma. El problema es que apenas hay conjuntos interesados en su cesión, tan solo el Valencia parece haber preguntado, y el Villarreal de Unai Emery se lo planteó en enero, pero ya ni siquiera le tiene en cuenta.

No hay día que pase en el que Marc no se arrepienta de no haber esperado al Madrid o al Barça, o haberse ido a la Premier League, donde también tenía ofertas.