El Bernabéu se despide. 10 kilos separan a James Rodríguez del Atlético

El intercambio de colores entre cuadros punteros capitalinos es quizá una de las transiciones más dolorosas para un aficionado del Atlético de Madrid o del Real Madrid. No lo llevan bien los hinchas de uno y otro equipo, y sin embargo se han dado casos en los últimos tiempos que han salido relativamente bien, los últimos Álvaro Morata y Marcos Llorente. Pues esta lista puede engordar si Florentino da el visto bueno al traspaso de James Rodríguez, cada vez más cerca del Wanda Metropolitano, al Atleti.

La estrella cafetera estuvo ya el pasado verano relacionada con el club colchonero, pero las relaciones entre merengues y rojiblancos se rompieron cuando al Madrid se le complicó la pretemporada con la grave lesión de Marco Asensio, a lo que sumó la carencia de ofertas razonables: los madridistas no consiguieron, a su juicio, el precio que les satisfacía por el sudamericano. Esta campaña puede ser diferente.

Y es que las urgencias en la operación salida blanca son enormes. A Zinedine Zidane le urge quitarse de encima sobre todo a cuatro piezas con las que no cuenta ni quiere contar entre las que está el actual 16 de Chamartín. Los otros, Gareth Bale, Mariano Díaz y Brahim Díaz, deben correr la misma suerte. Florentino es reticente a vender a James al adversario capitalino, pero si no llega una oferta mejor, lo hará. Este año sí.

La discrepancia está en la cifra. El Madrid quiere, como mínimo, 50 millones de euros por su jugador, mientras que el Atlético solo puede llegar a 40 kilos. El futbolista de 28 años está encantado con la posibilidad de quedarse en la capital de España y seguir tratando de triunfar en LaLiga, más incluso que en la Premier, una competición que le gusta especialmente. Tampoco tiene muchas más opciones, salvo quizá de Estados Unidos, pero tanto él como Jorge Mendes también saben que al Madrid tampoco le sobran. El acuerdo cada vez se acerca más.