¡Bombazo con Sergio Ramos! Florentino Pérez y Zidane, devastados
Malas noticias para el Real Madrid
En los últimos días se hablaba de un acuerdo prácticamente cerrado para la renovación de contrato de Sergio Ramos. El Real Madrid había pactado todo, tanto el salario, como la duración de su nuevo vínculo, y confiaban en anunciar la continuidad del capitán en los próximos días, a ser posible, antes de final de año. Florentino Pérez ya lo tenía por seguro, y ni siquiera estaba preocupado, tras varios meses de intensas conversaciones.
René Ramos, hermano y representante del futbolista, dio el OK a la última propuesta, y también a la letra pequeña. Zinedine Zidane estaba al día, y celebraba el poder contar durante más tiempo con el jefe de la zaga. Porque, a pesar de que ya tiene 34 años, sigue siendo imprescindible, y se nota en exceso su ausencia. No hay nadie que sepa desempeñar su rol y llenar su vacío, y tampoco encuentran alternativas atractivas en el mercado de fichajes.
La continuidad estaba sellada, o eso decían, y ya estaba todo preparado para el acto de la firma. Iba a quedarse, como mínimo, hasta 2023, más otro año de manera opcional, y con un sueldo ligeramente más elevado. No obstante, en las últimas 24 horas, todo ha sufrido un frenazo inesperado. Y ha provocado que se disparen las alarmas en el Santiago Bernabéu. Y es que, de nuevo, se ha puesto en duda su renovación, que ahora estaría lejana.
Ramos ya no ve tan claro eso de seguir en La Liga Santander, y no niega que le gustaría conocer nuevas aventuras. No ve un proyecto fiable en el Madrid, y está harto de los últimos ridículos que están haciendo. Así al menos lo han afirmado diversos medios, en los que apuntan que la idea del ‘4’ es hacer las maletas este verano, una vez acabe la Eurocopa. Además, sabe perfectamente que ofertas no le faltarán, y ya ha recibido varias llamadas.
Tendrán que darse prisa y hacer las cosas bien para poder retener en sus filas al internacional español. Y lo único que pide es que le prometan y le garanticen un equipo ganador, que deje de dar lástima jornada tras jornada.
Todo dicho.