¡Bombazo! Crisis total presidente-mister en el club madrileño por Kubo
Las posturas están muy distantes y, de no solucionarse, podría haber sorpresas
Las diferencias entre el presidente y el entrenador están llegando a los límites soportables. La tensión entre ambos ha ido creciendo desde el pasado verano hasta el día de hoy y si no llegan a un acuerdo mutuo, todo podría estallar por los aires en los próximos días. Ángel Torres y Jose Bordalás han pasado de ser uña y carne a retirarse la palabra durante semanas.
En el origen del conflicto está la salida fallida de Jose Bordalás. Los dos últimos veranos el técnico de los getafenses ha estado muy cerca de salir, pero finalmente se ha terminado quedando. El primer verano por no dejar tirado a su club el año que iban a disputar la Europa League, y en este último porque el tramo final de esa competición se disputó en agosto, cuando el resto de equipos ya habían comenzado a entrenarse.
Los refuerzos que el Getafe firmó no gustaron nada a un Bordalás que no se cansó de repetirlo, incluso en alguna aparición en público, tensando más aún si cabe una cuerda que está a punto de romperse. Y ahora el dilema mayor es Takefusa Kubo. Bordalás ha pedido al japonés para reforzar su ataque lo que resta de temporada, pero su presidente no está del todo convencido, ya que eso supondría presionar al Madrid y deberles un favor que a buen seguro se terminarán cobrando y no tardando.
El entrenador de los azulones, que no quiere verse en la pelea por evitar el descenso tras dos años espectaculares en Getafe, ya le ha dicho a su presidente que si no llega Kubo y alguna otra incorporación más (suenan Aleñá y Jesé), el riesgo de descenso es tan real como la vida misma. Por su parte, Kubo no vería con malos ojos cambiar Villarreal por Getafe, ya que apenas ha tenido minutos con Unai Emery y sin embargo sí ve muchas más opciones en un club como el Getafe en una plantilla más corta y de menor calidad en el ataque que el submarino amarillo.
Ahora falta por ver si finalmente Ángel Torres se decide a contentar a su entrenador o si, por el contrario, vuelve a hacer oídos sordos, lo que podría suponer, a la postre, la salida del técnico alicantino de manera precipitada.