Busquets, Jordi Alba y Piqué arruinan al Barça: decisión letal 23/24
El salario de los tres futbolistas está lastrando la recuperación económica del club
No es ningún secreto mencionar que el FC Barcelona está atravesando una de sus peores etapas económicas en la historia de la entidad y que las altas esferas de la misma deberán tomar decisiones firmes próximamente para evitar que el caso se agrave. El problema procede desde que Bartomeu desembolsó 300 millones de euros en cerrar las incorporaciones de Dembélé y Coutinho en 2017, pero esta vez son otros los hombres que están lastrando el intento de recuperación financiera del Barça, tal y como ha publicado hoy Express: Sergio Busquets, Jordi Alba y Gerard Piqué.
Quienes curiosamente son tres de los cuatro capitanes del equipo están impidiendo al Barça recuperar la estabilidad económica necesaria para poder sacar adelante un proyecto deportivo brillante. Es cierto que durante el último verano Joan Laporta cerró siete incorporaciones que dejan entrever que dicha situación está mejorando, pero esto se ha dado por la activación de las famosas palancas, una decisión que, en cierto modo, tendrá efetos negativos con el paso de los años.
Para más inri, solamente Busquets está siendo importante en los planes de Xavi, habiendo caído relegados tanto Piqué como Alba a un rol secundario en el que apenas están contando con minutos. Por ende, la decisión de la directiva culé es clara de cara a la próxima campaña: deshacerse de todos ellos para impulsar niveles confortables en el plano financiero.
Así lo ha manifestado abiertamente el vicepresidente del FC Barcelona, Eduard Romeu, en un comunicado que deja entrever que ninguno de los tres capitanes formará parte de la futura plantilla del Barça. Es cierto que solamente Busquets finaliza contrato y su adiós será tan obligado como doloroso, pero los dos defensas deberán aceptar su salida antes de tiempo para evitar seguir siendo una carga económica para el club que, por ende, está sumiendo en la ruina a la entidad por sus elevados salarios.
Es más, prueba de que el Barça necesita desprenderse de ellos para alcanzar niveles manejables en términos salariales es que el club catalán está dispuesto a no exigir ninguna cifra por su traspaso, razón que alentará a más equipos a abrir las puertas tanto a Piqué como a Jordi Alba, quienes tendrán sumamente complicado permanecer en la Ciudad Condal hasta su expiración de contrato en 2024.