Busquets y Gavi obligan a Xavi a echar a la gran decepción de La Masía

El centro del campo blaugrana tiene un exceso de futbolistas

Busquets y Gavi obligan a Xavi a echar a la gran decepción de La Masía

La salida de Frenkie de Jong parece ser irrevocable dada la necesidad del FC Barcelona de subsanar parcialmente la crítica situación económica que atraviesa la entidad. Joan Laporta sabe que el adiós del neerlandés dejará una cantidad cercana a 80 millones de euros en la tesorería culé y, además, hay otro centrocampista que tiene las horas contadas en el equipo: Riqui Puig.

Aunque Xavi Hernández ha puesto ciertas reticencias para acceder la venta de Frenkie, con el canterano de La Masía la perspectiva del técnico es totalmente opuesta. Sin opciones de poder hacerse con un hueco en sus planes dada la presencia de otros futbolistas como Busquets, Nico González, Gavi o Pedri, el canterano tendrá que ver la puerta de salida si no quiere agotar su contrato en Barcelona siendo invisible otra vez en los planes del entrenador catalán.

Riqui

Cabe señalar que Riqui siempre ha evidenciado su deseo de triunfar con la elástica blaugrana, pero a día de hoy se presenta prácticamente imposible que el futbolista pueda ganarle la partida a otros centrocampistas como son Gavi, Pedri o Busquets, amén de un Franck Kessié que hará oficial su fichaje por el Barça de forma inminente.

Es más, su próxima expiración de contrato obliga a Joan Laporta a tomar una decisión drástica con él para, no solo evitar que se marche sin dejar dinero en 2023, sino para intentar rescatar 10 millones de euros este mismo verano por la operación. Es cierto que el futbolista apenas ha gozado de minutos en las últimas temporadas y que su estado competitivo genera muchas dudas, pero hay varios equipos entre las mejores ligas europeas dispuestos a presentar una oferta por el canterano de Matadepera y convertirse en ese aliado de lujo para la directiva del Barça.

Según ha revelado BeSoccer, la Lazio está muy interesada en contratar los servicios de Riqui Puig, pero habrá que ver si el conjuntó romano acepta sin miramientos las exigencias de Laporta para dejar salir al cuadro o, por el contrario, el mandatario deberá moderar sus exigencias para poder desprenderse del futbolista de 22 años, el último de los despidos impulsados por Xavi, aunque este está muy justificado por Busquets y Gavi, sobre todo.