Camavinga y Tchouameni no lo ven claro, Carletto, sí: ensaya la gran trampa a Iñigo, Balde y Koundé

El míster de Reggiolo confía en la pegada de sus jugadores de ataque

Camavinga y Tchouameni no lo ven claro, Carletto, sí: ensaya la gran trampa a Iñigo, Balde y Koundé

El Real Madrid mira al Clásico del sábado en el Santiago Bernabéu con cierta incertidumbre, la que le otorga su juego y la que promueve el del Barça, más visito, rápido y eficaz, pero Carlo Ancelotti, pese a sus dos nuevos fijos en la sala de máquinas, Eduardo Camavinga y Aurelian Tchouameni, quiere tenderle una trampa a Raphinha, Alejandro Balde y Jules Koundé, una que entraña riesgos.

La capacidad de golpear es por ahora culé, ¿entonces?

Sobre el planteamiento del partido de la jornada sabatina, Carletto tiene dos cosas claras: quiere reforzar el bloque bajo de su equipo y, a la vez, jugar esa aparente debilidad generándose con ella su gran fortaleza. Cree Carletto que pueden soportar el ataque alto y de posesión culé, así como su profundidad por banda, y considera que puede hacerlo durante el suficiente tiempo como para que eso permita dar espacio a su tridente, Vinicius Júnior, Kylian Mbappé y Jude Bellingham.

Así, de la profundidad buscada con Fran García en Vigo pasará a la seguridad y solidez defensiva que le otorga Ferland Mendy, el cual, además, tendrá que bailar con la más fea, Lamine Yamal. A la vez, la posición descaradamente atrasada de Tchouameni en Balaídos será más acusada ante el Barça, sumando un elemento de bloqueo más entre líneas para los de Flick. Desde ahí, serán Camavinga, Valverde y Bellingham los encargados de acertar.

¿Con qué? Con la recuperación rápida del equipo blanco, la salida de balón limpia y precisa y la creación del espacio para Vini y Mbappé a la espalda o al hueco de los defensas culés; para Ancelotti, la gran debilidad de este Barça de Flick. 

Villarreal y Sevilla se llevaron el mismo correctivo de su choque con el Barcelona (5-1), pero los dos no tuvieron dificultades para, cuando estuvieron lúcidos, hallar espacio a la espalda de Balde y Koundé, de Iñigo o Cubarsí, y Ancelotti cree que esa es la clave: aguantar contra la posesión blaugrana, golpear primero y generarse el espacio para sentenciar. Eso, como es lógico, tiene riesgos: el Barça está atacando el bloque bajo de forma magistral…

RM