Cierra el mercado y estalla la bomba en la cara de Bartomeu y Koeman
Brutal confesión que deja tiritando la estabilidad del FC Barcelona
La competición doméstica ha empezado relativamente bien para el seminuevo proyecto de Ronald Koeman y Josep Maria Bartomeu, uno que se ha quedado en el camino de la renovación total, que ha mejorado ciertas cosas pero adolece de otros tantos problemas que le persiguen y pueden en cualquier momento volver a estallar. Y uno que lo acaba de hacer es una bomba que amenaza con destruir el Barça justo al cierre del mercado.
Y es que los jugadores internacionales de los grandes clubs del continente ya están con sus respectivas selecciones nacionales y es precisamente desde la actualidad de una de las más importantes, Francia, desde donde ha estallado el bombazo que va con onda expansiva rumbo a la Ciudad Condal, porque el preparador nacional de Les Bleus, Didier Deschamps ha confirmado un rumor que tiene su reflejo sobre el terreno de juego: Antoine Griezmann no es feliz en Can Barça.
Mañana la campeona del mundo se ve las caras ante el rival de España el próximo miércoles en la Liga de las Naciones, Ucrania, y lo hará con un Principito cabizbajo que no encuentra su sitio en el Barça: en opinión del entrenador de Francia por culpa de Koeman, que le pone en la banda derecha, no en el centro. Por eso el rendimiento de Griezmann es pobre desde la temporada pasada, ya que su posición está condicionada por la de Leo Messi, que juega en la parcela donde él tendría que hacerlo. Y el francés sabe que este problema sistémico tiene complicada solución esta temporada.
Pero lo verdaderamente llamativo es que ni Griezmann está aportando aquello para lo que fue fichado ni parece que su estado anímico haya mejorado. La opinión de Deschamps, seguramente resultado de hablar con el mismo jugador culé, se suma a la de su ex agente Eric Olhats, que en verano aseguró que el jugador quería salir del Barcelona. Lo que está claro es que en el Barça estamos viendo la peor versión de Griezmann desde que llegara a LaLiga y eso seguro que le pasa factura al futbolista y al Barça, en este último caso siendo como es la gran apuesta en el ataque del Barcelona, que pagó al Atlético de Madrid 120 millones de euros por él hace un año.