Coutinho se atrevió con Sergi porque sabía que era su adiós
La relación entre los dos era inexistente y Xavi deberá reconducir una situación con muy mala pinta
Ayer en Balaídos ocurrieron muchas cosas y casi todas malas para los intereses del Fútbol Club Barcelona. El partido se empezó a truncar cuando, justo antes del descanso, Ansu Fati nota que se ha roto en una zona próxima a los isquiotibiales. Entonces la perla azulgrana, que había anotado el primero gol de la tarde, pide el cambio al banquillo. No puede seguir.
En ese momento Sergi Barjuan manda calentar a Philippe Coutinho, quien, en los dos primeros partidos dirigidos por Sergi no había tenido presencia testimonial. Y es que el entrenador del Barça B y ahora, de forma temporal, del primer equipo, había escogido otras opciones de inicio tanto contra el Alavés (empate) como contra el Dínamo de Kiev, donde además no jugó ni un solo minuto.
La actitud de Coutinho al salir a calentar dejó mucho que desear, y esto no paso inadvertido para nadie, o al menos para los periodistas allí presentes. Porque fueron esos mismos periodistas, los que luego, en rueda de prensa, preguntaron a Sergi por este hecho. Pero el entrenador interino dijo no haberse percatado puesto que estaba centrado en el partido.
Sin embargo, parece extraño que el fichaje más caro de la historia del club salga a calentar para sustituir a un hombre de ataque y el elegido finalmente sea el canterano Alex Balde. Parece evidente que Coutinho no tenía simpatías por Sergi, que no le había dado ninguna titularidad y que, por si fuese poco, ayer entrenaba por última vez al primer equipo.
Ahora será Xavi el encargado de manejar esta y otras patatas calientes. Pero la de Coutinho tiene muy mala pinta. El jugador brasileño termina contrato en 2023 y aun no ha demostrado absolutamente nada en Can Barça, algo terrible teniendo en cuenta que el Barcelona pagó por el 135 millones de euros hace ya casi cuatro años.
El nuevo mister culé deberá, entre otras cosas, recuperar a un futbolista que parece haber tirado la toalla en Barcelona como se vio ayer en Balaídos. Ni Valverde, ni Koeman, ni Sergi han podido hacerlo. Xavi será su última bala antes del final.