Creía que era intocable pero Florentino Pérez le demuestra su error

El Real Madrid se encuentra en un momento clave de la temporada a nivel deportivo y de gestión, y es que tiene que decidir ya qué plan tiene de cara al mercado veraniego de fichajes que está cada vez más cerca. Los deseos madridistas son caros, por lo que Florentino Pérez, consciente de la situación de las arcas blancas, sabe que la financiación de semejantes firmas (como pueden ser las de Erling Haaland o Kylian Mbappé) solo pueden ser con el dinero obtenido por la salida de otros jugadores de la plantilla. Si bien hace escasas horas se conocía que el Real Madrid había puesto en venta a Raphaël Varane (como hemos contado en Don Balón), ahora Odegaard también está en el mercado. 

Es de sobra conocido el interés, no solo del Arsenal, equipo en el que está ahora cedido, sino también de otros grandes de la Premier League de la talla de Chelsea y Liverpool. Viendo la imposibilidad de hacerse con los fichajes planeados este verano por la falta de capacidad económica, Florentino Pérez habría decidido poner al noruego en el mercado, según cuenta The Times. El directivo también tiene en cuenta que si regresa, dado que Zidane va a seguir en el banquillo, su encuentro seguiría siendo problemático, pensando en que el francés no contaría demasiado con él. Por eso, e independientemente de la voluntad del crack, antes de que tenga que acabar en el banquillo, prefiere venderlo según acabe la cesión, y es que sabe que entonces su valor estará en alza. 

Mikel Arteta ha declarado en rueda de prensa que ve que el jugador es feliz allí y quiere sentarse a hablar de su continuidad al final de la temporada. Sin embargo, el presidente del Real Madrid lo tiene claro, si quieren hablar de hacerse definitivamente con el compañero de selección de Haaland deberán abonar un mínimo que se encuentra entre los 40 y los 50 millones de euros. Ese es el precio de salida, si no disponen de esa cantidad, no habrá nada que hablar. 

El caso de Varane es un poco distinto, y es que la iniciativa para abandonar el club ha venido del propio jugador y su descontento con su situación contractual, y no de la entidad, como con Odegaard. Sin embargo, el resultado es el mismo, ambos cracks están en venta. Uno por 70 millones y el otro por 50. Teniendo en cuenta el cartel de ambos, es más que probable que encuentren comprador, por lo que hablamos de una operación de aproximadamente 120 millones, como mínimo. Salto cuantitativo en las arcas blancas que creen en poder convencer al menos de uno de los dos nombres que manejan, siendo el de Mbappé la opción preferida.