De cerrar a Griezmann y Dembélé a la pesadilla culé: Guardiola cedía por el 10 ideal y ni con esas
La operación, servida en bandeja por el jugador e incluso el mismo equipo inglés, se bloquea
Ya os habíamos venido contando como -pese a que Xavi Hernández, que decidió quedarse una temporada más en el FC Barcelona, quiere ante todo un mediocampista de contención- el Barça estaba en una posición más que privilegiada para firmar a uno de esos pocos jugadores en el panorama mundial que podrían coger el 10 de Leo Messi (y Ansu Fati) con galones, con garantías, y sin embargo, ahora mismo descubrimos que la situación se ha bloqueado… por parte culé.
Una cifra más que razonable en tiempos modernos por un jugador ‘top’
Tal y como está el mercado de fichajes en la élite del balompié, llevarse a uno de los mejores jugadores del planeta por 58 millones de euros parece una apuesta más que factible, una ganga, vamos, pero el Barça y su actual situación financiera obligan al club blaugrana a echar el freno en esta operación, primero porque no tiene sus ventas aseguradas (se habla de varios jugadores pero ninguno parece dar el paso para salir) y segundo porque lo que dice Xavi es cierto, necesitan un pivote, aunque eso suponga renunciar a Bernardo Silva, el fichaje del que hablamos.
Aventura el diario Sport que el Barça ha enfriado las negociaciones en marcha por el jugador luso por esos 50 millones de libras esterlinas. Es decir, el 10 digno que parecía factible y que ilusionaba, se para. Recordemos que el jugador había dicho que quería cambiar de aires, principalmente por condicionantes personales, hacia latitudes menos norteñas, fuera de la Premier League, en busca de un clima y un estilo de vida más acorde a su Lisboa natal, y se sabe que el jugador siente predilección por el Barça. Incluso Pep Guardiola (y el Manchester City) parecía haber permitido la salida por esa cantidad, pero la situación financiera del Barça ahoga esta operación y no asegura nada ni con Silva.
De aquellos polvos, estos lodos
Hubo un tiempo en que el Barça nadaba en la abundancia, en que la pérdida de Neymar Júnior era respondida no con un crack, sino con dos y medio, como fueron los fichajes de Ousmane Dembélé y Philippe Coutinho, por 135 millones de euros, y poco después el de Antoine Griezmann, por 120 kilos, pero de todo aquello el Barça ha heredado faltas que lo coartan y lo bloquean, pudiendo ser un Bernardo Silva en bandeja la siguiente y dolorosa consecuencia.