Desde Messi el Barça no veía algo igual: de ser el fracaso de 55M de Mateu Alemany a estrella culé
La temporada del valenciano está siendo de un gran nivel
Xavi está logrando lo que parecía imposible en este inicio de temporada con el Barça. El técnico egarense ha sido capaz, en apenas cinco jornadas de liga, reflotar a Joao Félix, a Joao Cancelo y a un Ferran Torres que, gracias a una nueva mentalidad, está decidido a convertirse en una estrella blaugrana y dejar atrás aquellos momentos grises donde parecía destinado a ser un fracaso de 55 millones tras la apuesta que hizo por él, Mateu Alemany.
Gol histórico y resurgir confirmado
Desde su aterrizaje a la ciudad condal que no se veía a una versión tan entonada de Ferran Torres. El español ha alcanzado unas cuotas de rendimiento que nadie esperaba. Especialmente, después de la pasada temporada, que parecía la del hundimiento total. Sin embargo, el Tiburón ha sido capaz de volver a morder con más fuerza que nunca.
El gol de libre directo ante el Betis marcó un hito histórico en el Barça. Y es que, desde Leo Messi, nadie había sido capaz de marcar un gol de falta directa, un maleficio que Ferran, lleno de confianza, se decidió a romper mediante un auténtico golazo que puso en pie a todo Montjuïc.
Con su tanto ante el Real Betis, Ferran ha sumado su tercer gol en lo que va de temporada, una cifra espectacular, teniendo en cuenta que solamente ha disputado 127 minutos en total. Y es que, ese rol de revulsivo le ha venido muy bien a un Ferran que, en dosis cortas, ha demostrado que es de lo más efectivo para un Xavi que ha depositado su plena confianza en él.
Siguiente parada: la titularidad
Después de demostrar que la calidad le sobra, el siguiente paso para Ferran es el de demostrar que es capaz de hacer lo mismo, pero partiendo de titular, una asignatura que todavía no ha podido poner a examen en lo que va de temporada, pues Xavi siempre lo ha utilizado como recurso desde el banquillo, en una versión que siempre le ha dado muy buen resultado.
Así pues, estamos ante la temporada del resurgimiento de Ferran Torres, que ha dejado muy claro que jamás se olvidó de jugar al fútbol y de meter goles, sino que simplemente necesitaba renovar su confianza y ver como el balón entraba entre los tres palos.