Desquiciado. Messi queda sentenciado y deja a Koeman muy tocado
El Athletic hizo historia conquistando la Supercopa de España.
Leo Messi recordará este 17 de enero con mucha amargura. Posiblemente la última final que dispute con el FC Barcelona a no ser que haya sorpresa en la Copa del Rey o en la Champions League viendo el irregular nivel de los azulgranas esta temporada. El Barça no pudo con un Athletic Club que solo ha necesitado de dos semanas de Marcelino García Toral para cambiar por completo su inercia y se han convertido en un equipo con personalidad y que dejó a los azulgranas sin opciones de desplegar su juego.
El crack argentino no vio puerta y acabó expulsado por una agresión a un minuto del final del encuentro en una final que no lo tuvo como protagonista. Antoine Griezmann para los azulganas tomó su testigo y el Athletic con un partido muy coral con actuaciones muy destacadas de Iñaki Williams (golazo para la historia), Raúl García, Asier Villalibre e Iker Muniain, quienes demostraron que los vascos también tienen armas muy interesantes para luchar por títulos.
El Barça volvió a ser el equipo insulso que vimos en los últimos días de Ernesto Valverde, toda la etapa de Quique Setién y la mayoría de partidos de Ronald Koeman y deja muchas dudas para el futuro. Leo Messi hoy no tuvo la sonrisa de los últimos días, quizás porque su socio Pedri no apareció y eso puede alejarlo un poco más de este equipo. Y es que si Pedri no muestra más adelante que también puede aparecer en las finales parece que Messi no tendrá motivos para quedarse.
Ahora, con un título menos en juego, el crédito se le comienza a terminar a un Ronald Koeman que puede tener en la eliminatoria contra el Paris Saint Germain su billete hacia la puerta de salida azulgrana o el que le permita quedarse lo que queda de curso, aunque se prevé complicado que este año de transición acabe bien si desaprovechan las ocasiones para ganar títulos y demostrar el juego que hace tiempo que no enamora a los culés. La expulsión de Leo Messi fue un reflejo de lo que es el Barça hoy, el Athletic demostró que los leones son más.