Diego Simeone, decidido: Julián Álvarez echó a Morata y Gallagher empuja a salir al jugador fetiche
Sin contrato más allá de junio, su lugar y rol en el equipo rojiblanco mengua
Diego Pablo Simeone, todo pasión e intensidad; el Atlético de Madrid, alma pareja del Cholo, y en medio un vehículo propicio para ambos, uno que sin embargo choca con la realidad, el contexto, y justo por eso, además de por la llegada de Conor Gallagher, entre otras cosas y protagonistas, el cariño y el compromiso van a dejar su hueco al pragmatismo en el gigante de Madrid; por eso el capitán tiene un pie y medio fuera del Metropolitano.
Allá por el mes de marzo, el Atlético de Madrid confirmaba la renovación de Koke Resurrección hasta junio de 2025, alegando entonces que el jugador había “alcanzado un acuerdo con el club que contempla una renovación anual al final de cada temporada”, lo cual emplaza al futbolista a revisar su vinculación esta campaña, en algún momento. Y si eso fue en marzo de este año y la competencia era nimia, ahora el Atleti que ha volteado esa situación, que va dando pasos de gigante, muchos millonarios, en el mercado, fuerza a una resolución poco jugosa para el futbolista.
Es decir, a la llegada de Gallagher se suma la necesidad del Atleti de seguir invirtiendo para seguir creciendo y aspirando a grandes metas, una velocidad de crucero impuesta por las competiciones más importantes del globo en las que se halla inmerso, por la economía que las rodea y por el tiempo, que ya hace mella en Koke.
Hay señales de ello. El Atleti intentó al final del pasado mercado de fichajes veraniego la incorporación de otro medio centro además del británico, Rodrigo de Paul, el propio capitán o Pablo Barrios, la de Luis Milla, que no salió. Eso, unido al hecho de que Koke acaba contrato en junio y sus minutos pueden empezar a ir en retroceso, hacen que Simeone ya sopese plantearle, llegado el momento, bien entrada la temporada, a su habitual escudero en el esquema colchonero que dé un paso a un lado. Por lo tanto, llegado el caso, resta saber si Koke, como ha hecho Modric en el Real Madrid, aceptará dar un paso atrás en estatus o preferirá aceptar alguna oferta exterior más jugosa y relevante, ya sea en EEUU, Arabia Saudí u otro destino. Y en el horizonte también se atisba otro adiós, el de Antoine Griezmann, aunque en su caso su contrato expira en 2026, para lo cual queda un mundo.