El Barça puede ser gloria o desgracia, este crack vive lo segundo
Su decisión de quedarse, en contra de lo que se le advirtió, ha sido un grave error
Riqui Puig no puede decir que no le habían advertido, Ronald Koeman habló con él y, haciendo gala de su honestidad brutal, le dijo que no contaba con él para esta temporada y que debía buscar un equipo donde poder jugar y tener minutos. El joven futbolista culé no quiso hacer caso a esta recomendación, no está muy claro si porque no creía que Koeman fuese a durar mucho en el cargo, porque no pensó que, si se quedaba, el entrenador iba a cumplir su palabra o porque entendió que esta extraña temporada, con muchos partidos en poco tiempo, abriría un hueco para él por las lesiones o los obligados descansos de sus compañeros.
Pero los vaticinios del entrenador holandés se han cumplido y no cuenta con Riqui Puig para nada, ya sean partidos importantes o meros trámites, hay varios jugadores por delante de él en su posición, incluso han aparecido nuevos futbolistas con los que, quizá, no contaba. Por un lado, tanto Frenkie de Jong como Pjanić son los jugadores de la primera plantilla que, al comenzar la temporada, estaban por delante de él y, por otro lado, la irrupción del canterano Ilax Moriba le ha relegado a ser el cuarto de una lista que cada vez es más larga. Es inevitable comparar su situación con la de otros compañeros que aceptaron que Koeman no contaba con ellos e hicieron las maletas.
Esta temporada Riqui solo ha jugado el 8% de los minutos del Barça, además se trata de pocos minutos en algunos partidos, lo que se llama ‘minutos de la basura’: el futbolista ha disputado un total de 180 minutos en siete encuentros, es decir que juega una media de 25 minutos por cada partido en el que ha participado. Si comparamos estos números con su compañero de La Masía Carles Aleñá, podemos ver que desde que llegó cedido al Getafe, ha participado en 14 encuentros y ha jugado 700 minutos. Es importante tener en cuenta que los datos de Riqui son de toda la temporada y los de Aleñá son desde enero, el jugador que decidió salir acumula 500 minutos más de juego que Puig. Desde su entorno no se pronuncian acerca de esta situación, pero, a buen seguro que el joven jugador se arrepiente de su decisión.