El Barça quiere echar a Clément Lenglet (y tiene en mente un fichaje)

Clément Lenglet es el gran señalado del Barça esta temporada, y ha opositado para ser el peor jugador de toda la plantilla. Mucho influye el hecho también de que lo haya jugado prácticamente todo, pues su compatriota Samuel Umtiti no ha estado mejor cuando ha tenido la oportunidad de saltar al césped. La diferencia es que el primero ha sido titular indiscutible, y el segundo solo ha estado unos pocos ratos. Igual que Sergi Roberto, casi siempre lesionado, o Miralem Pjanic.

Y eso que el ex del Sevilla y del Nancy ha estado algo más fiable en las últimas semanas, pero no demasiado. También hay que decir que es complicado empeorar lo de los primeros meses, pues raro era el encuentro en el que no cometía algún error de bulto. Penaltis, tarjetas, expulsiones, pérdidas, despistes… todo suma para que Joan Laporta hay decidido colgarle el cartel de transferible, por petición de un Leo Messi que está harto de él.

En el Camp Nou trabajan para encontrarle un comprador, a sabiendas de que no será una tarea sencilla. Porque su caché ha caído en picado, y no hay demasiados equipos que tengan interés en él, lo primero, y que puedan permitirse pagar su elevado salario, lo segundo. Recuperar los 35 millones de euros que tuvieron que desembolsar en su día, en verano de 2018, resulta una difícil tarea. Para muchos, completamente imposible, y menos aún con la crisis del COVID 19.

Con el dinero y el hueco que dejaría Lenglet, en el Barça ya están moviendo hilos para conseguir un fichaje que ocuparía su lugar. Ese sería el de Alessandro Bastoni, una de las grandes revelaciones de este curso, aunque en el anterior ya estuvo soberbio. Pero ha dado un paso más al frente, y, pese a su edad, es de 1999, se ha convertido en uno de los líderes del Inter de Milán de Antonio Conte. Ni más ni menos, que el reciente campeón de la Serie A.

También se ha ganado una plaza en la selección italiana, con la que disputará la Eurocopa, y está en boca de varias escuadras ‘top’.

Pero pagaron 30 millones de euros por él, y no sería barato.