El Barça creyó que era el nuevo Pogba y su caída duele más que la de Ansu Fati: su futuro, en Madrid
El futbolista pierde pretendientes, pero en la capital española hay un equipo interesado en ficharle
Del FC Barcelona han salido en los últimos años futbolistas que apuntaron muy alto durante su paso por La Masia, pero que a la hora de la verdad -y por motivos muy esclarecidos- no terminaron de asentarse como estrellas del primer equipo.
Bien es cierto que Ansu Fati se podría incluir en este grupo, pero evidentemente la caída del rendimiento del internacional español vino dada por las dos graves lesiones de rodilla sufridas prácticamente de manera consecutiva, algo que desembocó su salida del Barça… aunque en calidad de cedido al Brighton Hove Albion.
En tal caso, lo de Ansu Fati no es tan grave si lo comparamos con el futbolista sobre el que hoy queremos centrar la atención en Don Balón, Ilaix Moriba. El centrocampista con pasado en La Masia estuvo considerado, durante su etapa en la catera culé, toda una futura promesa mundial e incluso antes de cumplir la mayoría de edad ya muchos le venían comparando con Paul Pogba debido a sus similitudes físicas y futbolísticas.
No obstante, pronto en Barcelona se dieron cuenta de que Moriba, lejos de poder asentarse como un pilar fundamental del primer equipo, generaba más problemas de los habituales.
A pesar de recibir bastantes oportunidades en la primera plantilla, sus prestaciones su comportamiento distaron de ser el adecuado para poder dar un paso adelante en la escala jerárquica blaugrana y con la llegada de Joan Laporta vio fulminadas sus opciones de permanecer en el proyecto. A partir de ahí, su caída es estrepitosa.
Moriba fue vendido al Leipzig por 16 millones de euros, pero en Alemania tampoco ofreció esa versión exhibida durante su estancia en La Masia y a los pocos meses el club sajón optó por ceder al centrocampista guineano al Valencia, donde tampoco dejó huella.
Tras volver de su cesión, medio año después la realidad no puede ser más dura para Ilaix Moriba: no ha participado esta temporada a pesar de no haber caído lesionado y el club está deseando deshacerse de él.
A colación de este despropósito en cadena, hay que decir que el centrocampista aún tiene 20 años y mucho tiempo para revertir la complicada situación que atraviesa su carreta y, sobre todo, un equipo muy interesado en bridarle esa oportunidad, el Getafe, por lo que puede que no tardemos mucho en ver cómo el africano coge un avión con destino a Madrid.
Eso sí, su debut con el conjunto azulón no se daría hasta la finalización de la Copa África que arrancará el próximo 13 de enero en Costa de Marfil.