El RC Celta ha encontrado en Ilaix Moriba a un jugador clave para su proyecto deportivo. A sus 22 años, el mediocampista ha recuperado su mejor versión en Balaídos, luego de experiencias irregulares en el FC Barcelona y el RB Leipzig. Su calidad, compromiso y rendimiento han convencido a la directiva celeste, que busca cerrar su fichaje definitivo. Sin embargo, un detalle crucial frena la operación: su salario.
Un renacer en vigo
Moriba ha sido una de las revelaciones de la temporada en el Celta. Bajo la dirección de su actual entrenador, el futbolista ha recuperado su confianza y ha demostrado su valía en el mediocampo. Su capacidad para recuperar balones, distribuir juego y llegar al área rival han sido fundamentales para el equipo. Este desempeño ha generado un consenso en la directiva del club, que desea asegurar su continuidad más allá de la cesión actual.
El club gallego está dispuesto a adquirir en propiedad a Ilaix Moriba. Para ello, deberá abonar 4.5 millones de euros al RB Leipzig, una cifra asumible dentro de su planificación económica. Este monto no representa un obstáculo en las negociaciones, ya que el Celta considera que es una inversión razonable por un futbolista con gran potencial y proyección.
El problema del salario
El principal escollo en la operación radica en el elevado salario de Moriba. Actualmente, el jugador percibe alrededor de 7 millones de euros brutos anuales, una cifra inasumible para las finanzas del RC Celta. El club no puede igualar esas condiciones, por lo que ha buscado alternativas para encontrar una solución viable.
Para concretar el fichaje, el Celta ha planteado la posibilidad de estructurar un pago a plazos, lo que permitiría suavizar el impacto financiero del salario de Moriba. Otra opción sería una reducción salarial o un contrato con bonificaciones por rendimiento, aunque todo dependerá de la disposición del jugador a aceptar estas condiciones.