El Cholo tuvo que elegir a uno de los dos: la decisión es firme
División de opiniones en el Atlético sobre de la decisión tomada por su técnico
El Cholo Simeone tuvo que escoger a uno de los dos. Hace unos meses que desde la directiva atlética le confirmaron al mister colchonero que era totalmente inviable mantener a los dos cracks en la plantilla dura una temporada más. Es por ello que el argentino tuvo que pensárselo muy mucho: o uno de los mejores porteros en la actualidad o uno de los jugadores con mayor margen de mejora de la actualidad.
Oblak o Félix. Jan o Joao. Portero o centrocampista ofensivo. Teniendo en cuenta que Simeone da mucha más importancia a la defensa que al ataque, no ha sido una sorpresa que el entrenador de los atléticos se haya decantado por el guardameta esloveno en detrimento del internacional portugués. La ruptura entre Diego y Joao se ha visto de manera plausible en los últimos partidos ligueros de los rojiblancos, mientras que la amistad que une al cancerbero y al entrenador está muy lejos de resquebrajarse.
Fue el pasado verano cuando el Chelsea llamó a las oficinas del Wanda Metropolitano para preguntar seriamente por el precio de Jan Oblak y entonces el Atlético se remitió a la cláusula hasta que Simeone les dijese por quien de los dos cracks se decantaba. Cuando a mediados del mes de septiembre Andrea Berta (director deportivo del Atlético) tuvo la respuesta de Simeone optando por quedarse con el portero, la respuesta al Chelsea fue más tajante aún: o la cláusula o nada.
En el Atlético sabían que el Chelsea no se iba a gastar los 100 millones que tiene de cláusula Oblak, pero respiraron con tranquilidad cuando los de Stamford Bridge anunciaron a bombo y platillo la incorporación de Edouard Mendy. La parte negativa del asunto: Joao Félix tendrá que salir del equipo para que el club pueda ingresar un dinero que necesita con cierta premura para poder seguir siendo solvente y hacer frente a todos los pagos del 2021.
Cuando Joao se enteró de toda la película su cabreo fue monumental, pues el jugador había apostado en su momento por Simeone y su Atlético, por lo que verse fuera de él le ha sacado literalmente de sus casillas. Ahora el mayor problema para el jugador y el club será encontrar un equipo interesado y que pague lo que el Atlético de Madrid pide: 130 millones de euros. El Barcelona ya ha llamado a la puerta para ofrecer un trueque, pero en el Atlético se prefiere dinero contante y sonante.