El culé pedirá explicaciones por esta operación: 15M y Laporta deja salir a una joya como Cubarsí
El Barça plantea la venta de uno de sus centrales más interesantes
Si hay algo que no gusta nada en can Barça, es que se toque a los jugadores del filial. Tan es así, que se crean auténticas crisis cuando hay casos como la reciente marcha de Marc Guiu. Sin embargo, el delantero catalán se fue por su propia voluntad, pero con Mika Faye la situación es muy diferente, ya que es la propia directiva culé, la que está trabajando para que llegue una oferta cercana a los 15M y vender al central senegalés.
Según cuentan en Portugal, el Oporto es el equipo más interesado en el fichaje de Mikayil Faye, el prometedor central senegalés que ha brillado con luz propia en el Barça Atlètic. Pese a que por ahora, el acuerdo está lejos de llegar, la realidad es que Joan Laporta ha definido que con 15 millones dará luz verde a la salida de una de las mayores joyas de La Masía. Una decisión que, si se acaba materializando, traerá consigo una polémica monumental.
Un futuro que vale más de 15M
El caso de Faye es que ha demostrado que tiene capacidad para alcanzar cotas tan altas como las que ha alcanzado Pau Cubarsí. Y es que, pese a ser un perfil de central muy diferente, el senegalés cuenta con todas las herramientas para convertirse en un compañero de zaga ideal para el catalán. Especialmente, si se mantiene la incógnita con el futuro de Ronald Araujo.
Además, Faye cuenta con muchas similitudes con el charrúa. Pues ambos son jugadores especialmente potentes en los duelos cuerpo a cuerpo y cuentan con una gran velocidad que les permite defender con muchos metros a su espalda. Por otro lado, el senegalés sí que dispone de una gran salida de balón. Característica que no está en el repertorio de un Araujo que es la gran debilidad del equipo cuando hay que salir con el balón jugado.
Así pues, si Joan Laporta acaba aceptando una oferta de 15 millones por Mikayil Faye, la reacción de los aficionados culés puede ser terrible, pues si de por sí no gusta que se toque a los jóvenes, todavía menos cuando se trata de un central al que ya se ve como una garantía para el primer equipo.