El error que Monchi jamás se perdonará: Madrid y Barça temblarían

El director deportivo reconoce que es, sin duda, el fallo más grande de su carrera

El error que Monchi jamás se perdonará: Madrid y Barça temblarían

Con la reciente eliminación del Sevilla CF en la Champions League a manos de un imperial Erling Haaland (cuatro goles en los dos partidos y ya lleva 20 en Champions con tan solo 20 añitos) si algo quedó claro en el club hispalense es que faltaba un delantero goleador como el comer. Ni Luuk De Jong ni Youssef En-Nesyri están logrando goles con la facilidad suficiente como para que a Monchi se le demande un killer casi constantemente.

Presentación de Immobile en 2015

Por eso no podía llegar en peor momento la entrega del premio Bota de Oro a Ciro Immobile. El delantero, ahora en la Lazio, fue una apuesta de Monchi en el verano de 2015, cuando el 9 jugaba precisamente en el Borussia Dortmund, el verdugo de los andaluces en la máxima competición europea. A pesar de llegar como una estrella, el italiano no logró hacerse con el puesto de titular ese año en el que los delanteros más utilizados por el entonces técnico sevillista, Unai Emery, eran Fernando Llorente y Kevin Gameiro.

Tras una cesión al Torino el director deportivo decidió venderlo (9,45 millones) por algo menos de lo que habían pagado por él (11 millones) un año antes al Borussia. Acostumbrado a comprar barato y vender caro, con aquel movimiento el Sevilla no hizo un buen negocio. Ahora bien, tras las dos últimas temporadas de Ciro en la Lazio su venta ha pasado a ser, con diferencia, el mayor error de un Monchi que apenas cuenta con puntos negros en su andadura como director deportivo del Sevilla.

Ha sido él mismo quien ha reconocido que su venta fue un error y que no le dieron el tiempo que el italiano necesitaba para adaptarse a una nueva liga y una nueva ciudad. El hoy Bota de Oro recoge el testigo de Leo Messi y Cristiano Ronaldo que lo habían ganado en hasta 10 ocasiones en los últimos 12 años. Si hoy el Sevilla tuviese en sus filas al actual Bota de Oro, su papel en LaLiga sería otro y tanto Madrid como Barça tendrían que lidiar con un durísimo rival para el título doméstico además del ya duro hueso del Atlético de Madrid.