El fichaje para una década de Florentino, el nuevo ídolo del Bernabéu: “Es realmente especial”

Florentino Pérez únicamente acometió dos incorporaciones en el mercado de transferencias veraniego de 2021 con David Alaba y Eduardo Camavinga, dos futbolistas en los que se depositó desde el primer momento unas expectativas muy altas. El austriaco ya ha dejado patente su importancia en la línea defensiva blanca, ya sea actuando como central o como lateral, pero el talentoso francés de 20 años ha tenido que esperar a su segunda temporada en el Bernabéu para convertirse en una pieza indiscutible del proyecto merengue.

Camavinga aterrizó en Chamartín a cambio de 31 millones procedente del Rennes en una maniobra gloriosa de Florentino, quien arrebató a Al-Khelaïfi la posibilidad de hacerse con el centrocampista francés.

La importancia de Camavinga ha ido en constante crecimiento desde que el presidente blanco asestara semejante golpe de autoridad en el mercado y, estando catalogado ya como un fichaje para una década en el Real Madrid, el Bernabéu no ha tardado en rendirse a las excepcionales prestaciones que está mostrando el jugador en este 2023 a pesar de que muchas de sus intervenciones se han dado en el lateral izquierdo y no en la medular del equipo, su posición idónea: es el nuevo ídolo de la afición.

Así pues, ya confirmado el éxito de esta operación de Florentino, es Jonathan Barnett, representante del futbolista, el que ha querido brindar una alegría al entorno merengue con unas declaraciones recogidas por GOAL: “A Camavinga le encantaba el Real Madrid, era un gran reto para él y el Real Madrid le quería, por lo que fue algo muy sencillo. Cuando quieren al jugador y el jugador quiere jugar ahí, todo es muy fácil. Es un jugador muy especial. Lo vas a ver en los próximos dos o tres años lo bueno que es. El Real Madrid lo quiere de manera sobrenatural.”

 

 

 

 

 

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Y todo esto podría tener un punto álgido próximamente. A pesar de que Florentino logró alcanzar un acuerdo con Camavinga hasta 2027, es posible que el presidente se siente a negociar con Barnett en un futuro no muy lejano una mejora salarial significativa para situarle en el mismo escalafón que otros estandartes del proyecto como Vinicius, Rodrygo o Éder Militão.