El giro de los sucesos que deja al crack fuera del Madrid por 70 kilos

El mal comienzo de temporada que están firmando la gran parte de los buques insignia del Real Madrid ha provocado que Florentino Pérez y Zinedine Zidane estén sopesando la venta de alguno de ellos para dar cabida a savia nueva en el club. El equipo parece estar sin ideas tras muchos años en los que ha colmado de alegrías a la afición blanca. Una generación irrepetible que puso la guinda con su cuarta Champions en cinco temporadas pero que actualmente está atravesando una crisis futbolística de la que no parece que se pueda recuperar de forma inminente.

Tras muchos años rindiendo a un nivel espectacular y tras haber sido el mejor centrocampista defensivo del mundo, Carlos Henrique Casemiro podría decir adiós a la que ha sido su casa durante seis temporadas. Tras llegar prácticamente siendo un desconocido, poco a poco fue ganándose la confianza de sus entrenadores y en las últimas temporadas se ha convertido en uno de los mejores jugadores de la plantilla.

Ahora, su rendimiento, al igual que el de muchos otros estandartes del Real Madrid, ha descendido notablemente y eso podría provocar su marcha al final de la reciente temporada. Muchos son los candidatos que tiene Florentino para aterrizar en la capital española en próximo mes de julio, pero no todos podrán llegar a no ser que las ventas del club dejen la suficiente solvencia económica para realizar dichas inversiones, como la que tiene pensada realizar el máximo mandatario merengue por Eduardo Camavinga o N´Golo Kanté.

Lo bueno del centrocampista brasileño es que aún tiene 28 años y su valor de mercado es sumamente alto. A pesar de no haber estado en la rampa de salida, ahora más que nunca el club podría dar rienda suelta a sus pretendientes para que se lancen a por él. El Chelsea y la Juventus son dos de los clubes que más interés han mostrado para incorporar a Casemiro y estarían dispuestos a pagar hasta 70 kilos para hacerse con sus servicios.

No obstante, para Zidane es y ha sido uno de sus jugadores capitales y no está dispuesto a desprenderse de él de buenas a primeras. A pesar de no haber comenzado la temporada como es debido, el entrenador galo confía en el que retome las buenas sensaciones en el próximo envite frente al FC Barcelona y que sea una de los pilares sobre los que se sustente la resurrección futbolística del conjunto blanco, que se encuentra actualmente en un limbo deportivo que podría acabar de forma catastrófica en las próximas semanas para el técnico galo.