El Madrid le falta fútbol y Florentino suspira por un francés de 21 años: capricho, su nuevo Kroos

La ausencia de ritmo y la poca frescura en la distribución y zona de creación demostrada por los blancos ante el Mallorca tiene un remedio

El Madrid le falta fútbol y Florentino suspira por un francés de 21 años: capricho, su nuevo Kroos

Carlo Ancelotti pecó doblemente en el estreno merengue en LaLiga EA Sports en Son Moix, lo hizo al confiar en los mismos que ganaron la Supercopa (el cansancio y la falta de trabajo con ellos, se notó) y también en hacer que estos jugaran casi todo el partido. Sí acertó al intentar corregir un problema, y gordo, con Luka Modric, uno que deriva de la marcha de Toni Kroos y que ya se vio ante los bergamascos, como es la ausencia de un organizador puro en la medular, uno que no puede ser Aurelien Tchouameni. La pregunta ante la edad del de Zadar es pertinente: ¿tiene solución este problema?

Para Florentino Pérez y para gran parte de la opinión pública, además de muchos aficionados merengues, sí lo tiene y está en un jugador francés de 21 años que debería entrar en el once para desequilibrar la delantera que hasta el momento ha construido Carletto -Mbappé, Vini Jr. y Rodrygo- con el fin de, con ese sacrificio, ganar un nuevo Toni Kroos, de dar más equilibrio y control al juego. 

A semanas de contar con él

Y no estamos hablando del mercado, sino del regreso del único jugador de la plantilla blanca (quizá con la excepción de un Dani Ceballos al que se usa poquísimo; lo de Arda Güler está por ver) que en estos puede hacer del alemán: Eduardo Camavinga, que estará entre seis y siete semanas de baja. Y cuando decimos el único es porque Tchouameni ya ha demostrado que puede ser un pivote más o menos útil, pero su versión creativa y dinámica es baldía. Es decir, el de Cabinda es el único capaz de conseguir organizar; ya saben, hacerlo en la distribución en corto y en largo, sacando la pelota jugada incrustándose entre los dos centrales o aportando equilibrio físico y táctico a la medular, amén de recuperación de balones. 

Quizá al ex del Rennes se la haya achacado en ocasiones su visión atrevida en zonas sensibles, sin embargo, su lesión ha dejado descubiertas las carencias constructivas de un Madrid que quizá vaya a depender más de lo que le gustaría de Modric y en el que Güler y Ceballos piden a gritos una oportunidad. Ahora bien, Camavinga es ese elemento clave por algo que estos tres cracks no poseen: la clase que atesoran el croata, el turco y el sevillano, que también posee el francés, carece del físico de Camavinga, y eso vuelve al de Miconge en el potencial nuevo Toni Kroos, quizá incluso en una versión moderna.

El sacrificio necesario

Y su entrada, como decimos, supondría romper el tridente de Mallorca (un sacrificio quizá necesario) introduciendo, junto a Valverde, el doble pivote galo, adelantando la demarcación de Bellingham y echando a Mbappé al costado diestro, que ya no ocuparía Rodrygo.

En lo que respecta al mandatario blanco, su debilidad por el francés es absoluta: fue su mayor acierto en 2021 y uno de los más grandes de toda su gestión, llevándose por 31M a un jugador que fácilmente triplica ese valor en la actualidad y que está ya entre los mejores en su puesto del planeta con solo 21 años.

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