El Madrid, tocado, y Florentino mosqueado: Ancelotti juega con fuego
La meritocracia queda en evidencia, como el planteamiento
Sí, el Real Madrid consiguió ganar en Vallecas al Rayo Vallecano (0-1) y mantiene la distancia con sus perseguidores en LaLiga (al Betis incluso le mete tres puntos más) y además logró ganar cumpliendo de nuevo con el objetivo de mantener la portería a cero, pero una vez más dejó frío al aficionado blanco por la propuesta, la ausencia de variables tácticas ante los problemas cada vez más evidentes en la circulación y el ritmo y lo que es más importante para al vestuario, rompiendo una vez más el pacto no escrito de la meritocracia.
Lo que molesta a ciertos aficionados merengues con Ancelotti y que se hace extensible en varios jugadores de la primera plantilla no es tanto que siempre jueguen los mismos, que también, sino que muchos de ellos no se han ganado su cualidad de indiscutibles. Una vez más Luka Jovic, Eden Hazard, Isco Alarcón o Lucas Vázquez (los canteranos, Mariano o Vallejo ya ni son consideradas opciones) se quedaron sin jugar, mientras que la presencia de Eduardo Camavinga y Dani Ceballos puede encuadrarse también junto a estos otros compañeros, ya que salieron en el 86, de forma testimonial. Una vez más cabe preguntarse: ¿merecen todos ellos tan poco? ¿Lo hacen tan bien los elegidos para sentar de forma tan rotunda a estos y otros jugadores, partido tras partido?
Vale que Ancelotti tiene una idea y esta pasa por dar su confianza siempre a los mismos jugadores, pero cuando estos no están en las mejores condiciones, ¿conviene insistir con ellos? Por otro lado, cuando los partidos se atascan, ¿puede el banquillo encontrar otras soluciones? ¿Se puede cambiar el dibujo? Jugadores como Casemiro, Rodrygo o Fede Valverde no están ante su mejor temporada y sin embargo son varios de los fijos (ya sea en el 11 o como recambios recurrentes), mientras que Vinícius, Kroos o incluso Benzema no pasan por su mejor momento de la campaña, entonces, ¿por qué nunca se busca una alternativa?
En Vallecas el partido de Asensio fue muy superior al de un Vini de nuevo negado, y sin embargo fue el balear el recambio, que además fue sustituido por Rodrygo, que volvió a no aportar nada. Una vez más. Además, Casemiro tuvo uno de sus peores partidos de la temporada, perdiendo más de 6 balones en los primeros 30 minutos en zonas muy comprometidas, amén de ser baja segura ante el PSG, y sin embargo es fijo en el once. Por otro lado, el Madrid se atascó durante amplias fases del partido al recurrir continuamente a las bandas como arma, sobre todo cuando no le dejan correr a la contra, mientras que existía la opción de amplificar la asociación por el centro, una variable táctica que Carletto no quiere inspeccionar y donde jugadores como Hazard o Jovic pueden aportar más que algunos de los fijos (el serbio, además, es el único rematador del equipo junto a Mariano)
En definitiva, el Madrid se ha hecho previsible y no solo por lo que propone y cómo lo propone, sino por el tipo de jugador que, desde el banquillo, apuntilla esa idea. La posibilidad de la genialidad siempre va a estar ahí, como sucedió en el gol, con la asociación entre Vini y Benzema, pero se tiene la percepción de que Ancelotti tiene mucho más en la plantilla de lo que utiliza y hay quien dice que ese hartazgo en su obcecación no solo cala en ciertos aficionados blancos, sino también en Florentino Pérez.