El mayor dolor de cabeza de Florentino: ya no sabe que hacer con él
La situación empieza a ser crítica y es cuestión de días que lleguen las malas formas
Si hay algo que está sacando de quicio a Florentino Pérez en los últimos meses, por encima de todo, es Sergio Ramos y el tema de su renovación. Al presidente blanco, que ya sabe como se las gasta el sevillano, le está volviendo a suceder como en los otros dos momentos en los que el capitán y el club tuvieron que llegar a un acuerdo: se desespera con la actitud de Ramos y su entorno.
Tras meses esperando el sí de su hijo deportivo a la oferta de renovación por dos años, el primero con el mismo sueldo y el segundo con una reducción de un 10%, este no ha llegado y Ramos ha seguido en sus trece: quiere seguir cobrando lo mismo porque su estado físico sigue siendo el mejor. Sin embargo, Florentino Pérez, que sigue con matices la regla no escrita que estableció Santiago Bernabéu de no renovar a jugadores mayores de 30 años por más de un año (a Ramos le han ofrecido dos a sus 34 años) ve como para el camero sigue siendo insuficiente y este pide más.
El presidente blanco no quiere que Ramos salga por la puerta de atrás bajo su mandato como ya lo hicieron Raúl y Casillas, pero siente que por mucho que hace siempre es poco para Sergio Ramos y para su hermano y agente, René Ramos, al que Florentino Pérez ni tan siquiera se dirige ya.
La segunda lesión de Ramos en menos de dos meses ha dado un nuevo argumento a Florentino para presionar a su defensa central: con los años lo normal es que el cuerpo vaya notando todas esas temporadas en la élite y que no sea tan fácil soportar el ritmo tan exigente de un equipo como el Real Madrid. Es ley de vida, para Ramos incluido. De ahí que Florentino considere que ese 10% que se reduciría el sueldo de Sergio en su segunda temporada, la 2022/2023, está más que justificado.
Tan solo restan dos meses de competición y el capitán y máximo emblema de este vestuario, por encima de figuras como Modric, Casemiro o Kroos sigue sin dar el ok a la oferta blanca. El dolor de Florentino Pérez empieza a ser ya una migraña que el presidente no soportará mucho más: si el 31 de marzo no hay acuerdo el club retirará la oferta y Ramos habrá dicho adiós al club en el que lleva ya 16 largos años. Si ese punto llega, las formas se perderán y los ataques cruzados serán una constante, algo que ya hemos visto en el pasado.