El mayor error de Josep María Bartomeu fue este: Messi lo tiene claro

Por algo es el peor presidente de la historia

El mayor error de Josep María Bartomeu fue este: Messi lo tiene claro

Más de medio año después de su llegada, todavía no se explica la incorporación de Miralem Pjanic al Barça. Su rendimiento ha dejado mucho que desear, y no ha cumplido con las expectativas, y eso que tampoco es que generara demasiadas. La mayoría de la afición no entendió la salida de Arthur Melo, y, sobretodo, el porque Josep María Bartomeu aceptó la oferta de la Juventus de Turín de Cristiano Ronaldo, en la que solo salieron ganando 10 millones de euros.

Una cantidad muy baja, sobretodo, teniendo en cuenta la diferencia de edad que existe entre uno y otro. Es cierto que el ex de Gremio de Porto Alegre tampoco acabó de brillar ni convencer del todo, pero, a sus 24 años, aún tenía una gran carrera por delante. El internacional bosnio, por otro lado, ya ha entrado en la treintena, y prometieron que daría un rendimiento inmediato, siendo el sustituto de Sergio Busquets. Pero para nada ha sido así.

Pjanic

De hecho, ha seguido jugando el campeón del Mundial de Sudáfrica en 2010 y de la Eurocopa de 2012, acompañando a Frenkie de Jong. Ronald Koeman no cuenta con el ex de Metz, Olympique de Lyon o AS Roma, y casi no le ha dado oportunidades en el once inicial. Pero lo cierto es que, cuando las ha tenido, tampoco se puede decir que las haya aprovechado en absoluto, siendo un fracaso tremendo. Lógico que muchos ya le den por perdido.

Incluso se ha hablado de la posibilidad de traspasarle, pues sigue teniendo un buen cartel en la Premier League. En el Camp Nou, sin lugar a dudas, no ha encontrado su sitio, y nada hace pensar que logrará revertir la situación. Otro error de la gestión de Bartomeu, que se ha ganado, por méritos propios, ser considerado como el peor presidente de la historia de la escuadra culé. Y, por si no hubiera argumentos más que de sobra, ahora, todavía más, después de esto.

Tan solo queda rezar y cruzar los dedos, y esperar un milagro de Joan Laporta, como el que hizo en el pasado.

Aunque ahora parece más complicado.