El Real Madrid preocupado por la gestión Ancelotti: asfixia el talento
Los mismos errores de su anterior etapa en el club, pero con menos margen
En el Real Madrid están preocupados por la gestión de la plantilla de Carlo Ancelotti. El Madrid saca muchos partidos adelante, a veces con lo justo y sin justicia, como el de ayer frente al débil Shakhtar Donetsk (2-1), pero los planteamientos y las caras protagonistas cada vez se parecen más en el once blanco, no hay diversidad, y eso no implica un juego arrollador o una seguridad plena en lo que vaya a hacer el equipo. Es cierto que va consiguiendo resultados (no siempre) pero no se ve una evolución en el juego, sino más bien todo lo contrario, especialmente en lo que a minutos de talentos se refiere.
Esta temporada había muchas esperanzas en la grada del Santiago Bernabéu y entre los miles de aficionados del Real Madrid en ver surgir a jóvenes promesas tanto de la cantera como de los nuevos baluartes del equipo, y sin embargo solo Vinícius Júnior, cuyo protagonismo no ha habido que destaparlo, ya que simplemente ha explotado, y un Rodrygo que se gana su titularidad más con trabajo que con calidad extrema, tienen oportunidades; factor acuciado en los últimos partidos.
Y hay preocupación por ejemplo con Eduardo Camavinga, siempre relegado a minutos llamados de la basura o en constante cambio en sus posiciones, sin continuidad, sin peso. También con Luka Jovic, al que no se le ve por el campo o por alguien no tan joven pero que es crucial estratégicamente para el club, como es Eden Hazard. Pero todavía más con los Antonio Blanco, Miguel Gutiérrez, Arribas, Marvin, entre otros, e incluso Jesús Vallejo, que ni siquiera cuentan para el míster italiano, pese a haber demostrado cualidades en los escasos minutos que han tenido. El talento joven necesita tiempo y confianza, pero Carletto se la niega pese a las oportunidades que las lesiones le dan y le han dado.
Y, como decimos, preocupan tres asuntos con esta política del italiano. Uno, es el que tiene que ver con los pecados cometidos con Ancelotti en el pasado, como es recurrir en exceso a los Modric, Kroos, Casemiro y compañía, sin darles descanso, con el consiguiente desgaste en cada uno de ellos, que de hecho ya es palpable. Otro viene referido a que la cantera corra el riesgo de pasar desapercibida en el club, como ya ocurrió con Zidane y está sucediendo en los últimos años, y donde se empieza a mirar con recelo a esta ganancia que está llevando a cabo el Barcelona con respecto a su eterno rival (Nico, Gavi, Ansu Fati, Mingueza…) Por último, se teme que el equipo se convierta en resultadista, sacando alineaciones conservadoras, sin mucho movimiento en el banquillo y con un bloque extremadamente bajo ante adversarios muy asequibles, como ocurrió ayer.
Ancelotti pide paciencia a Hazard, también para Jovic y todos los demás, pero el tiempo pasa y la paciencia tiene un límite, uno que en el Bernabéu, si el equipo no juega bien, es muy escuálido. De momento los preferidos del italiano, los que suelen jugar casi siempre, ayer ya escucharon una banda sonora peligrosa y recurrente: silbidos, sonido de viento continuo.