El sueño del Barça para ocupar el hueco de Jordi Alba es un galáctico

Al internacional español no le queda mucho

El sueño del Barça para ocupar el hueco de Jordi Alba es un galáctico

A Jordi Alba no le queda mucho más tiempo en la élite, y eso es una obviedad que nadie puede negar ni discutir. Por ese motivo, en el Barça ya le andan buscando un sucesor, pues, además, se dice que su relación con Ronald Koeman no estaría atravesando su mejor momento, precisamente. Y, por más nombres que hayan salido, el verdadero sueño que tiene Joan Laporta es otro futbolista, del que apenas se ha hablado, pues es casi imposible.

Se trata de Andrew Robertson, que por muchos es considerado como el mejor del planeta, o lo era hasta hace muy poco, pero que no está haciendo su mejor temporada, igual que el resto de sus compañeros. Se ha dejado llevar un poco por la irregularidad que ha acompañado al Liverpool, si bien es uno de los pocos cracks que se puede salvar de la quema. Porque nunca se le puede reprochar nada, ya que se lo deja todo en el terreno de juego.

Robertson

No se cansa de correr de arriba a abajo, y es un milagro que no haya tenido ninguna lesión, pues la acumulación de minutos que tiene en sus piernas es excesiva. Es otro de los ejemplos de futbolista al que Jürgen Klopp saca todo su potencial, y le lleva a un nivel al que pocos podían imaginar verle. Porque no hay que olvidar que aterrizó en el conjunto ‘red’ tras descender de la Premier League con el modesto Hull City, a cambio de nueve millones de euros.

El resto, es historia. A sus 27 años, es el capitán de la selección escocesa, y puede presumir de tener en su palmarés una Champions League. En el Camp Nou estarían encantados de tener a un jugador de su velocidad, su potencia y su potencial ofensivo en la plantilla, pero no hace falta decir que es casi imposible. Porque tiene contrato hasta 2024, y en Anfield no se plantean su fuga, a menos que reciban una cantidad de dinero insultante.

Y, a decir verdad, eso parece complicado, al menos, de parte del Barça. No hay dinero, y menos, para defensas.

Así de claro.