El sueño imposible de Florentino Pérez para la medular es este

Ilkay Gündogan es un viejo anhelo del Real Madrid, para el que lleva sonando desde hace mucho tiempo. Florentino Pérez quedó impresionado con él cuando aún militaba en el Borussia Dortmund, dirigido por Jürgen Klopp, que fue su verdugo en la Champions League en 2013. Todas las miradas se fueron a Robert Lewandowski, y no es para menos, pues se hinchó a marcar goles, o en otras piezas como Marco Reus, Mario Götze o Mats Hummels.

Pero lo cierto es que la calidad, la clase y la visión de juego el turco-germano tampoco pasó por alto. Era el cerebro y el motor de ese equipo, y ocupó el vacío que dejó Nuri Sahin, después de que se marchara, precisamente, al cuadro blanco. Incluso se llegó a decir que el ex de Nürnberg y Schalke 04 lo tuvo completamente hecho con el equipo al que ahora entrena Zinedine Zidane, pero todo se vino abajo. ¿El motivo? Los problemas de espalda que tuvo hace tiempo.

Un contratiempo que le llevó a estar más de un año sin poder jugar ningún partido, ni apenas entrenar. Al final, aguantó en el Signal Iduna Park un tiempo más, hasta que en 2016 firmó por el Manchester City, siendo el primer fichaje de Pep Guardiola. El resto, es historia, pues en la Premier League ha sido un jugador muy importante, si bien su explosión definitiva no se ha producido hasta esta campaña. Sin lugar a dudas, la mejor que está haciendo en su vida.

Es el máximo anotador de su equipo, pues suma la friolera de 16 dianas y tres pases de gol, una completa locura. Obvio que en el Santiago Bernabéu estarían encantados de poder contar con este mediapunta reconvertido a interior o mediocentro hace ya tiempo, que tiene una gran llegada al área rival. El problema es que en el Etihad Stadium ni se plantean su marcha, ya que todavía tiene contrato hasta 2023, y pedirían una auténtica fortuna para dejarle ir.

Y, a todo esto, hay que recordar que Gündogan ya tiene 30 años, por lo que no le queda mucho más tiempo por delante.